domingo, 27 de febrero de 2022

Yo luché

Hoy sólo toca compartir este tema de Bizardunak porque tienen letras ingeniosas los muy barbudos, eh.



Yo luché! Yo luché! Yo luché! Es mi deber!

Por quien quiera doy mi genio, si me prometen los fueros: las sagradas libertades de un país batallador.
No hubo nunca pesetero más falaz que Espartero y lo mismo te dirán de aquel traidor que lo abrazó.

Yo luché! Yo luché! Yo luché! Es mi deber!

Con la bruma y con la niebla se despierta la Bardena. Soy navarro de esta tierra y Mola viene a por mi fe.
Si no voy pronto al oeste, ahí me espera la cuneta, dejé anoche en Sartaguda cuatro hijos y mujer.

Yo luché! Yo luché! Yo luché! Es mi deber!

Fue Txikia y no la CIA, se sabe en toda la ría, cuatro actores extranjeros en el NO-DO actúan hoy.
Y es que el Ogro era nefasto y lo hicieron campeón de salto y voló y voló y voló! Y todo el mundo se alegró!

miércoles, 23 de febrero de 2022

Reseña de los últimos 5 videojuegos jugados (XVII)

Assassin’s Creed Rebellion

Android

6.75/10


Inicialmente, descargué el juego pensando que sería de acción: lo que encontré fue un juego de estrategia, de avanzar por escenarios por turnos, usando distintas habilidades entre tres personajes que se escogen para cada misión, de entre la amplia colección que se puede reunir. Pero me enganchó, sí. Se sube de nivel con bastante facilidad (quizá demasiada, dado que a veces esto no se puede aprovechar para subir también a los personajes) y se plantean escenarios interesantes y una historia entretenida. Quizá lo mejor no sea la historia principal sino los eventos del Animus, eso sí, donde podemos recrear historias de escenarios ya conocidos de la saga y que sirven como un estupendo homenaje a ésta. Llegué a plantearme completar el juego al 100%, pero cuando fue añadido el modo Conquista, esto me desanimó (ya sería demasiado esfuerzo, vaya) y decidí limitarme a la historia principal y los eventos. Es un poco irónico que un contenido creado para que los jugadores no abandonen el juego me hiciera abandonarlo, sí.

 

Red Ded Redemption 2

PS4

9.75/10



Una sorpresa muy agradable: sabía que sería bueno, pero no esperaba que lo fuera tanto. Con una historia que cautiva (más que la primera parte, en mi opinión, gracias a secundarios más interesantes), un gran número de easter eggs y todo tipo de misiones secundarias y tareas, el juego da mucho de sí a lo largo de enormes y cuidados escenarios (incluyendo cierto escenario que no esperaba para nada, pasada ya la mitad de la trama). Es un juego tan completo, con tantas opciones y tantos rincones y elementos que explorar, que invita a pasarlo al 100%; y eso me proponía cuando el disco duro de la PS4 decidió pasar a mejor vida y me cagué en todo, por cierto. Al menos, pude jugarlo casi hasta el final y confirmar que realmente es una experiencia única en el terreno de los videojuegos hasta el momento. Es inevitable, por cierto, empatizar con los protagonistas: quizá sea poco realista que tal grupo de bandidos se preocupe tanto por los desfavorecidos y sean tan buenas personas en ciertos aspectos… pero me parece que ayuda al juego, no creo que esto pueda considerarse una pega. Si acaso, por poner alguna, yo habría incluido la opción de tener que estudiar a todos los animales y quitado la posibilidad de que haya animales perdibles en ese aspecto, claro.

miércoles, 16 de febrero de 2022

Somos posmodernxs

Artículo publicado originalmente en la revista Anthropologies, siempre recomendable. Y de paso, su versión en Youtube también.


A lo largo de los últimos años, se ha desarrollado una extraña moda en redes sociales. Esencialmente, se podría resumir en que los comunistas con ideas más conservadoras en el ámbito social tachan a cualquier otra propuesta de izquierdas de posmoderna, de “posmo”. Bueno, a veces ni siquiera son comunistas en absoluto, sólo reaccionarios que se hacen llamar como tales, pero en cualquier caso, la moda está ahí.

Pero, ¿qué es la posmodernidad? ¿Tiene algún sentido esta moda? Bueno, mayormente no: quizá en el fondo, rebuscando mucho, se podría encontrar algo de sentido, pero en general, el término se ha desvirtuado tan completamente que una buena parte de la gente que lo emplea no tiene la menor idea de lo que significa o lo que implica, no sabe por qué lo está usando y a veces incluso, paradójicamente, lo usa una persona que tiene ideas bastante posmodernas o bastante influidas por la posmodernidad sin saberlo. De hecho, precisamente, haber redefinido la palabra “posmoderno”, para que no signifique lo que significaba hace unas décadas, es bastante posmoderno. En ese sentido, irónicamente, quien utiliza “posmo” para clasificar a otros en base a una nueva definición de la palabra, muestra una actitud bastante “posmo”.

El hecho de que mucha gente esté empleando “posmo” como insulto para cualquier idea del ámbito de la izquierda que no le guste , sin saber lo que significa, no es una acusación que yo me haya inventado para desprestigiarles: sin ir más lejos, Roberto Vaquero confesaba que “es difícil definir con claridad el posmodernismo ideológico” como excusa para no hacerlo. Ya, claro, claro que es difícil… es difícil para él, porque, en su caso, definir “posmoderno” significaría inevitablemente confesar que llevs años empleando mal dicho término y quedaría bastante ridículo.

Yo, aprovechando que no tengo ese lastre, sí me atrevería a tratar de definir el posmodernismo y sus características. Diría que es una corriente filosófica que surge cuando se deja de creer en el discurso de la modernidad, que va formando sus características a partir de los años 50 del siglo XX, con especial énfasis en los años 70, donde ya podría definirse como tal, y que va desarrollándose hasta la actualidad. Sus características a menudo se entrecruzan entre sí, yendo ligadas o siendo una consecuencia de otra, por lo que no es fácil hacer una separación absolutamente clara, pero para no eludir el reto, pues he intentado delimitarlas en 12 puntos distintos. Sin embargo, como digo, estos puntos a veces se cruzarán un poco entre sí.

domingo, 13 de febrero de 2022

Tres tipos de violencia

Bueno, hora de retomar la periodicidad semanal en el blog. Celebrémoslo con una cita de Hélder Cámara que me parece muy significante.



Hay tres tipos de violencia. La primera, madre de todas las demás, es la violencia institucional, la que legaliza y perpetúa las dominaciones, las opresiones y las explotaciones, la que aplasta y cercena a millones de hombres y mujeres en sus engranajes silenciosos y bien engrasados. La segunda es la violencia revolucionaria, que nace de la voluntad de abolir la primera. La tercera es la violencia represiva que tiene por objetivo asfixiar a la segunda haciéndose cómplice y auxiliar de la primera violencia, la que engendra todas las demás. No hay peor hipocresía que llamar violencia solo a la segunda fingiendo olvidar la primera, que la hace nacer, y la tercera que la mata.


 Dom Hélder Cámara. Arzobispo de Brasil. (1909-1999)


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