Esta narración son hechos autobiográficos, pero no hace falta saberse mi vida para poder leerla: con sólo saber que soy el protagonista de todos esos titulares de "joven condenado a un año de cárcel por pedir en Twitter un tiro en la nuca de la Infanta" ya vale. De todas formas, se puede considerar este texto una secuela de uno similar que hice en el que narraba mi detención. Si os interesa saber cómo empezó la historia y no lo habéis leído ya, pues, podéis leerlo haciendo click aquí.
La operación en la que fui detenido fue llamada Operación
Araña (segunda parte, concretamente). El nombre de la operación era un juego de
palabras con la web, puesto que consistía en rastrearla para encontrar a gente
que dijera cosas inapropiadas y capturarlos.
Sin embargo, a mí me recuerda a una frase, bien de Honoré de
Balzac, bien del príncipe Ana carsis,
dependiendo de la fuente que se consulte. “Las leyes son como telarañas: los
insectos pequeños quedan atrapados en ellas, los grandes las rompen.” Creo que
tendría más sentido que la Operación Araña hubiera sido llamada así en honor a
esta frase.
Durante el tiempo que pasó entre mi detención y mi juicio
(año y pico: desde noviembre de 2014 hasta enero de 2016) he sido testigo de
esto y de más cosas. He visto cómo algunxs compañerxs de las dos primeras
partes de la Operación Araña iban, por suerte, librándose de los cargos; he
visto como la tercera parte de la Operación Araña ha cobrado más importancia
por la detención de una figura más conocida que en las dos ocasiones anteriores
(César Strawbetty, de DefConDos). Pero, sobre todo, he visto cómo la
persecución hacia cualquier forma de oposición al gobierno actual o a su
ideología crecía y crecía.
Apenas unos días después de ser detenido, quise hacer un pequeño
experimento, cuyos resultados fueron revelados en la Operación Araña 3. Éste es
el texto que difundí, no hace falta ni cambiarlo:
“Cuando fui detenido en la Operación Araña 2, me llamó la
atención que todxs fuéramos de izquierdas, habiendo, como hay, una cantidad
impresionante de nazis enalteciendo el terrorismo en Twitter. Casualidades de
la vida, supongo. En fin. Mi detención fue a principios de noviembre, y poco
después era la consulta soberanista de Cataluña (9-N). Decidí aprovechar esto
para realizar un pequeño experimento, por simple curiosidad: seleccioné dos
tweets de fachillas de los muchos que enaltecían el terrorismo por aquella
ocasión, y los denuncié formalmente a la sección de delitos informáticos de la
Guardia Civil, rellenando el formulario y cumpliendo todos los requisitos.
Fueron dos tweets seleccionados especialmente, los más claros que pude
encontrar, donde manifestaban clarísimamente su intención de poner una bomba en
Cataluña y asesinar a votantes; para facilitarlo más todavía, uno de ellos
(Manu Villarín) usaba su nombre real, fotos reales y todo tipo de datos que lo
hacen bien fácil de localizar. Hoy, ese experimento ha dado frutos: una vez
más, el 100 % de lxs detenidxs son de izquierdas. Por si alguien lo dudaba,
podéis desear el asesinato de catalanes, de inmigrantes o de Pablo Iglesias
todo lo que queráis y hasta manifestar vuestra intención de cometerlos
personalmente, ¡da lo mismo! Eso sí, ni se os ocurra alegraros por aquello de
Carrero Blanco.”
Efectivamente, esto es lo que hay. ¿Recordáis también cuando
se estrelló un avión lleno de catalanes, Twitter se llenó de chistes y
Fernández Díaz juró perseguir a los culpables? Según tengo entendido, el
resultado fue el siguiente: el único detenido fue el propietario de una cuenta
de humor negro (bastante mala, por cierto). Todos los demás, los que de verdad
se alegraban de la muerte de catalanes, no tuvieron ningún problema. Lo hacen
de forma tan descarada que tal vez ni tenía que haberme molestado en mi pequeño
experimento.
En cualquier caso, el detenido soy yo. Tengo un abogado con
experiencia en este tipo de casos; de hecho, fue y sigue siendo el abogado
defensor del célebre Sarri, que ya ha pasado a la Historia por su espectacular
fuga de prisión y por la canción que le dedicó Kortatu. Bueno, yo espero que mi
defensa sea más sencilla que la de Sarri, así que puedo estar relativamente
confiado.
Tras declarar un par de atenuantes en el juzgado más
cercano, pasan unos meses y llega el escrito de acusación del fiscal. Es más o
menos lo que esperaba, intentan vincularme a ETA. De hecho, para lograr ese
efecto incluso “me perdonan” algunos tweets en los que bromeaba sobre la muerte
de la corrupta Isabel Carrasco, asesinada por una militante de su propio
partido. Supongo que lo lógico era quitarlo, porque si el argumento que va a
usar la prensa es “se alegra del asesinato de Carrero Blanco > apoya a ETA”,
inevitablemente el argumento paralelo sería “se alegra del asesinato de Isabel
Carrasco > apoya al PP”. No tendría mucho sentido, no.
Lo que sí me parece grave es que hay un tweet sobre Irene
Villa que estoy seguro de no haber escrito. “Ojalá a Irene Villa la hubieran
matao.” Sé que yo jamás habría escrito eso, ni moralmente, ni como provocación,
ni siquiera utilizo esas expresiones u ordeno las palabras de esa forma cuando
construyo frases –vale, soy un escritor aficionado, pero sé algo de cómo
escribo-. Luego volveré a tocar el tema a raíz de la prensa, pero primero me
gustaría explicar mi breve investigación.
Por lo que sé, el juez Velasco, en la Operación Araña 2,
ordenó bloquear las URLs o no sé qué cosa informática que yo no entiendo de los
tweets que se presentaban como prueba. De esta forma, ninguno de lxs acusadxs
podríamos borrar los tweets y quedarían como pruebas. Tampoco es que yo pensara
borrar ninguno, si buscáis seguro que podéis encontrar fácilmente los de la
Infanta o Rosa Díez, pero me llamó la atención. Hice la prueba de usar el
buscador de Twitter, pues.
El tweet “ojalá a Irene Villa la hubieran matao” no existe,
ni nada parecido (algunos periódicos han usado la grafía “matado”). Ni escrito
por mí, ni por ninguna otra persona. Esto me sigue mosqueando a día de hoy. Que
me hubieran inculpado a mí del tweet de otra persona igual era algo
transpapelado, pero que me culpen de un tweet que aparentemente nunca ha
existido (pues no podía ser borrado) es algo que se sale bastante de lo normal.
En fin, conforme se va acercando el juicio, pidiendo el
fiscal año y medio de cárcel y 10 años de inhabilitación absoluta, se valora la
posibilidad de un acuerdo para reducirlo a una multa, cosa que no me hace mucha
ilusión y al fiscal tampoco. Es interesante una breve reflexión sobre estos
mecanismos de la Justicia que sirven para que la gente adinerada tenga cierta
ventaja sobre la no adinerada. No vaya a entrar un rico en prisión, joder, eso
sí que no.
El acuerdo entre mi abogado y el fiscal, por tanto, se sella
con un año de cárcel y siete años de inhabilitación; los atenuantes sólo sirven
para negociar esto, ni se presentan en el juicio. Tengo que viajar a Madrid
para el juicio, a la Audiencia Nacional, al menos hago un poco de turismo. Ya
hay periodistas esperándome. Se ocupa de mi caso la juez Murillo, conocida por
hacer comentarios sarcásticos en sus juicios: un rápido vistazo a la prensa
sirve para recordar el conocido “ya me lo imaginaba” a Arnaldo Otegi o el “y
encima se ríen estos cabrones” al Comando Argala dirigido por Txapote. Durante
mi juicio no hace ningún comentario y actúa eficaz y profesionalmente, eso sí. El
juicio sale como esperaba, con la desventaja de no poder quejarme de no haber
escrito el tweet sobre Irene Villa, porque eso rompería el acuerdo con el
fiscal.
Ahora llega la prensa, la inmensa mayoría de medios del país
haciendo un copia y pega de Europa Press, y adjuntando cierta cantidad de
tweets que yo no he escrito. Voy a hacer un resumen de las mentiras que se
publican sobre mí, y a intentar explicarlas.
-“Gora ETA militarra”: En un principio me parecía ridículo,
pero creo que sé de dónde lo han sacado. Ni es un tweet completo, ni es mío,
aunque yo sí hice RT. Durante la primera fase de la Operación Araña (es decir,
la anterior a aquella en la que fui detenido), una cuenta de humor político
publicó el tweet: “Juguemos a la Ouija: G-O-R-A-E-T-A-M-I-L-I-T-A-R-R-A.” Yo
hice RT porque me pareció una sátira divertida que además informaba sobre el
notable hecho de que estuvieran deteniendo a gente sólo por escribir en
Twitter. Me parece que estaba claro el sentido del humor de este tweet y no era
en absoluto un tweet sobre ETA o su enaltecimiento, sino sobre la censura y una
posible forma de evitarla. Forma, que, evidentemente, no funcionó. Vaya chasco,
¿eh?
-“Ojalá a Irene Villa la hubieran matado”: Como he dicho
antes, este tweet sencillamente parece ser falso de principio a fin, totalmente
inventado. No sé por quién ni cómo ni en qué momento del proceso, pero es para
cagarse en todo, la verdad.
-“Pido un escrache a las víctimas de ETA”: O algo sí. Un
poco ridículo de por sí que alguien pida un escrache a las que ya son víctimas,
más ridícula es la explicación de por qué me han acusado de decir esto. Ojo,
que tiene tela. Todo empieza con Daniel Portero, el presidente de Dignidad y
Justicia. DyJ es una plataforma (pagada con nuestros impuestos, en gran medida)
que se dedica a defender a las víctimas del terrorismo de ETA (a las demás que
les jodan) y a difundir mensajes de extrema derecha. Tras una discusión inicial
con Portero, él buscó algunos de mis tweets y me denunció, creyendo que podían
ser objeto de enaltecimiento del terrorismo (y como podéis ver, lo fueron).
Unos días después yo le contesté simplemente: “Oye, ¿sabes cuando me van a
detener? Que es un coñazo esperar así sin fecha ni nada.” Literal. Esto hizo
que ABC publicara una noticia titulada: “Escraches a las víctimas de ETA en las
redes sociales.” Y, bueno, supongo que de ahí se han sacado que pido un
escrache a las víctimas de ETA. Me parece la explicación más plausible, por
surrealista que sea.
-“Justifico los crímenes de ETA”: Esto sólo se me puede
ocurrir que es una combinación de los tres puntos anteriores.
¿Ha habido prensa decente? Apenas. Público se documentó un
poco en lugar de copiar y pegar de Europa Press y también añadió una pequeña
parte de mi versión. Izquierda Diario tampoco reprodujo las mentiras de los
demás periódicos. Y Perú21 y Regeneración Libertaria contactaron conmigo
directamente para que pudiera dar mi versión a gusto. De momento, sólo estos
cuatro medios se salvan, parece ser.
Consideraría denunciar a los demás por infamias y calumnias,
pero está claro quién va a salir perdiendo del juicio, así que, ¿para qué
perder más dinero?
La sentencia ya ha llegado. Un año de cárcel con tres años
de suspensión de la condena, y siete años de inhabilitación absoluta. El móvil
y el reproductor de MP4 confiscados por la Guardia Civil es de suponer que los
recuperaré algún año de éstos, aunque mejor que no me haga ilusiones. Caso
cerrado: a ver cuánto tarda alguien en abrirlo de nuevo.
Como nota final, decir que se me ha aplicado la legislación
vigente en el momento de mi detención, claro; la conocido Ley Mordaza entró en
vigor después. Esto significa que la gente a la que detengan a partir de ahora
probablemente se enfrentará a cargos más graves que los míos. Si a mí me pedían
año y medio de cárcel, a ellxs podrán pedirle más de dos, y entonces no habrá
suspensión de condena que valga: acabarán entre rejas. Mucha suerte y mucho
ánimo para luchar contra una ley que nos hace retroceder décadas.
Hola Ibai:
ResponderEliminarMe gustaría poder conversar contigo.
¿Puedes proporcionarme un mail de contacto?
Un saludo y gracias.
Contacta mejor por Twitter, si no te importa. Ibai_93. ¡Un saludo!
EliminarYa, ya, ahora resulta que tu no escribiste nada de nada ¿ehhhh pajaro?, cuantos cojones detras de un teclado y que pocos cuando te pillan. Poco te ha caido para lo que te mereces, proetarra de mierda, tendrias que estar pudriendote en la carcel. Pero tranquilo, aunque no cumplas condena, todo esto te perseguira toda la vida, por que tu nombre y lo que eres se recordara siempre Ibai Otxoa Gil.
ResponderEliminarLa demostración de los hechos recae sobre quién los afirma. Tú has de demostrar que el ha escrito los tweets, y mientras no los hagas, cómo si no lo hubiera hecho, así que esperaré que me pases una captura de por ejemplo el de Irene.
EliminarPero eso de la presunción de inocencia no te va con los rojos de mierda, ¿no?
Hostia, si eres el del mes pasado XD Hola.
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