Un buen día de aburrimiento, me
dediqué a rellenar uno de esos tests de “¿Qué personaje eres?” de ciertas
aplicaciones de Facebook. Resultó que el personaje de Harry Potter al que más
me parezco es Lord Voldemort, tal vez por vestir de negro y esas cosas.
Creo que esta interesantísima y crucial anécdota de mi vida da pie a un pequeño debate sobre el maniqueísmo en la ficción.
Cada vez cobran más importancia
las obras en las que el bien y el mal no están muy bien definidos, cosa que me
parece maravillosa, porque creo que el hecho de que la mayor parte de la
ficción sea tan maniquea corresponde a una forma de insulto hacia el
espectador. El espectador no es lo bastante inteligente como para prescindir de
juicios morales ni como para hacerlos él mismo, por tanto, lo mejor es darle
todo bien mascado. Ponemos al bueno, al malo y a la chica y va que chuta, no
vaya a ser que tenga que pensar o algo.
También es verdad que soy muy
exigente y gruñón, qué se le va a hacer. Y que considero una enorme mierda gran
parte de la ficción actual, sí. Pero bueno, veamos cómo se puede trasladar el
maniqueísmo al caso de Voldemort.
Lo primero que tenemos que tener
en cuenta es que es un personaje que desprende algo de racismo. Digo “algo” de
racismo porque realmente, los mortífagos y otros personajes muestran ser mucho
más radicales que él. En todo momento se deja claro que Quien No Debe Ser
Nombrado desprecia a los sangres sucia y no les quiere dar tantos derechos como
a los magos puros, pero no se ve un discurso exagerado de exterminarlos ni nada
de eso, cosa que sí muestran otros personajes.
Sigamos con su maldad. Sabemos
que es un personaje que estudia las Artes Oscuras, magia peligrosa y prohibida.
Éste es probablemente el punto en el que más se insiste, y la principal razón
por la que se le considera malvado. Es decir, lord Voldemort es malvado porque
estudia magia que “alguien” ha decidido que debería ser prohibida. Es como si
alguien se pusiera a leer libros frente a la Inquisición española o
los nazis, ¿os imagináis? ¡Eh, está estudiando! ¡Es malvado, matémosle!
Su maldad continúa con la
búsqueda de la inmortalidad. Lo que, uh, hace que debamos tachar de malvados a
la mayor parte de la
Humanidad , supongo. “¿Por qué no te suicidas? ¿No estarás
intentando ser inmortal, no? ¡Suicídate, malvado!”
Y finalmente está, por supuesto,
la amenaza que supone para el status quo de los magos comunes. Sí, esos
cabrones evasores de impuestos y explotadores de elfos. ¿De verdad ser una
amenaza para esta gentuza es malo?
Nada, nada. Está claro que,
realmente, lord Voldemort es el bueno de Harry Potter.
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