La pluma es más poderosa que la espada, si la espada está envainada y la pluma muy afilada.
La verdad quizá esté ahí fuera pero las mentiras están en tu cabeza.
De modo que digamos nada más que Ankh-Morpork está tan llena de vida como un queso pasado en un día caluroso, que resultaba tan llamativa como una maldición en una catedral, tan brillante como una capa de aceite, tan colorida como un cardenal y tan llena de actividad, industria, bullicio y de exuberante concurrencia como un perro muerto tendido sobre un nido de termitas.
Por supuesto, los ciudadanos de Ankh-Morpork siempre mantenían que el agua del río era increíblemente pura. Cualquier agua que hubiera pasado por tantos riñones, razonaban, tenía que ser pura a la fuerza.
¡Fantasmas del mundo, en pie! No tenéis nada que perder, solo las cadenas.
Un pie en el cuello es el noventa por ciento de la ley.
Lo bueno que tenía clavar una estaca en el corazón era que también funcionaba con los no vampiros.
—¿Por qué tiene siempre tanta prisa, señor Mustachen?
—Porque a la gente no le gustan los cambios. Pero si fuerzas el cambio lo bastante deprisa, se pasa de una clase de normalidad a otra.
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