miércoles, 7 de noviembre de 2018

Drogas: Datos importantes que la gente no suele saber. 4: Opio y derivados

¿Qué droga toca esta vez? Opio y sus derivados: morfina, heroína, codeína, etc. Los opiáceos son de los más consumidos a lo largo de la Historia. Así que este post es un poco más largo que los demás (no mucho, eh; intento no ser pesado).

Como siempre, repaso rápido a lo conocido: el opio y todos sus derivados tienen prácticamente los mismos efectos, pero con distinta intensidad. Son los relajantes por excelencia. Alivian todas las sensaciones negativas pero, sobre todo, el dolor físico. También ralentizan los reflejos que producen la tos y los movimientos de los intestinos, por lo que también se recetan para tos y diarrea, sobre todo medicamentos como la codeína. Más adelante lo veremos con detalle.

El opio se conoce desde hace 5400 años, como mínimo. La planta de la amapola real o adormidera, son sinónimos, al ser cortada segrega una especie de leche blanca que pronto se vuelve marrón al contacto con el aire. Eso es el opio.

Dada su utilidad, se ha usado en prácticamente todo el mundo con distintos nombres incluso en el mismo idioma (leche de amapola, jugo de adormidera, etc), aunque el centro histórico de producción es lo que ahora conocemos como Afganistán. Esto puede llevar a que pase más desapercibido como droga. Como cuando en El mago de Oz, la bruja mala lanza un hechizo que hace que Dorothy y sus amigos se queden dormidos sobre un campo de amapolas. Claro, claro.

Pero si hablamos de opio, antes de entrar en sus derivados, hay que hablar del acontecimiento histórico más importante con su nombre: las Guerras del Opio. Con Reino Unido, con cierto apoyo de EEUU y Francia, por un lado, y China por el otro. El asunto es que hacia 1840 China exportaba mucha seda, porcelana y (por supuesto) té a Reino Unido, y ellos lo compensaban vendiendo opio a China. Pero pronto empezó a haber muchos adictos, y el emperador ilegalizó el opio. Total, que Reino Unido inició dos guerras sólo para obligar a China a comprarles opio. Una forma original de empezar guerras. Paradójicamente, unos 50 años después de acabar estas guerras, Reino Unido ilegalizaba también el opio. Mira que hay guerras absurdas, pero hacer una guerra porque han ilegalizado opio que luego ilegalizarás tú puede llevarse la palma. Las cifras varían muchísimo, hay quien cuenta muertes por los efectos del opio y quien no, pero entre 15 y 70 millones de muertos. Que yo no quiero meterme en política en este hilo, pero anda que como a alguien se le ocurra calcular los muertos del capitalismo y repetirlos constantemente como hacen con los 100 millones de muertos del comunismo, íbamos a flipar bastante.

En fin, en cualquier caso, en 1804 se aísla la morfina, aunque no se comercializará hasta 1817. Hasta entonces lo más parecido que había era el láudano, pero la morfina supone toda una revolución farmacológica. Vamos, al momento se convierte en el calmante de dolor más eficaz hasta el momento, pudiendo usarse como anestesia en cirugías, incluso. Pero poco a poco se descubre que es muy adictiva, como hemos visto ya en China.


Y entonces llega la Guerra Civil estadounidense. Al terminar, esta guerra ha dejado muchos más mutilados y heridos de los que EEUU había conocido, tratados con morfina. Y luego se recuperan de sus heridas pero no pueden dejar la morfina; las dimensiones de este problema no las conocemos realmente y es probable que se exagerara para generar propaganda antidrogas. En todo caso, independientemente de la proporción real o ficticia de las adicciones, es la interpretación de este evento la que extiende la noción de que los opiáceos pueden ser peligrosamente adictivos. En 1876 se produce por primera vez heroína; bueno, diacetilmorfina, que es su nombre original y todavía válido, luego veremos por qué. A alguien se le ocurre que la heroína será menos adictiva que la morfina y mejor para dársela a los adictos. Pero no. Posteriormente se descubriría que la heroína es más adictiva que la morfina y que se había empeorado el problema. Eso no quita que durante décadas, morfina y heroína se vendiesen alegremente a la población. De hecho, era perfectamente normal dar jarabes de heroína a niñxs, por ejemplo. Aquí una muestra de ellos. Es Bayer quien destaca vendiendo esta heroína, que, recordemos, se llama diacetilmorfina. ¿Por qué el cambio de nombre?


Heroína es la marca comercial que usó Bayer para vender la diacetilmorfina. Se ha acabado incorporando al diccionario, igual que "aspirina" también vale para "ácido acetilsalicílico" exactamente por el mismo motivo, lo que demuestra que Bayer el márketing lo dominaba. ¿Por qué llamar "heroína" a la diacetilmorfina? El motivo es tan obvio como parece, más aún en castellano que en inglés, donde la droga es "heroin" y Wonder Woman es una "heroine". En castellano es la misma palabra exacta: la heroína es la heroína que te salva de todos tus males. Bayer se adelanta a la ilegalización y en cuanto intuye que la heroína va a dejar de estar bien vista deja de venderla, como hizo Coca-Cola con la cocaína entre sus ingredientes. Eso explica por qué estas dos compañías siguen siendo conocidas y otras se hundieron.

También era frecuente echar opio líquido al café, en una combinación estimulante+relajante que podía ser bastante potente. Tras la ilegalización, hubo que conformarse con echar alcohol, naciendo así el café irlandés, el escocés, el carajillo, etc.

Pero esta historia nos enseña otra cosa curiosa, y es que una misma sustancia tiene consecuencias muy distintas dependiendo de cómo se use. Hubo niñxs que tomaron heroína y siguieron tan felices, mientras que en el siglo XX la heroína fue una plaga terrible. Curioso cómo al consumirse en pequeñas dosis, en jarabe, apenas tiene potencial de adicción, mientras que al ser vista como droga de abuso crea el estereotipo entero de "yonqui". Veamos, pues, la mística de la heroína y cómo destaca en la cultura popular. La heroína ha dado mucho de sí en la literatura: William Burroughs y su Yonqui o Almuerzo desnudo, Trainspotting... en cine Requiem for a dream, Drugstore cowboy, El pico y El pico 2, o la adaptación de la ya mencionada Trainspotting. Muy buenas obras, la verdad.

Pero la mayor parte del placer que produce la heroína es por alivio: del dolor o del mono, en el caso de adictxs. Si alguien piensa que probando la heroína notará algo mejor que cien orgasmos, como dicen en Trainspotting, que se quite esa idea de la cabeza.

Como una serpiente que se muerde la cola, la heroína cada vez más peligrosa sirve para cambiar su percepción social, y su percepción social sirve para hacerla cada vez más peligrosa. La década de 1980 en lugares como Euskadi o la cuenca minera fue terrible. Probablemente en este sentido la heroína está muy ligada a la guerra sucia. Al tener carta blanca para combatir a ETA, las FSE también podían traficar sin que demasiada gente lo notara. Quizá eso jugó un papel más importante que en otros países. Por ejemplo, se puede encontrar un guardia civil con más de 40.000 dosis encima, que adulteradas podrían convertirse en 100.000 dosis (o más) tranquilamente. Lo que movería antes de que le pillaran ni lo imaginamos.


Actualmente, sin embargo, en España es difícil encontrar heroína que no sea de la variedad "brown sugar", llamada así por su color marrón frente al blanquecino de la heroína pura, y que es de baja calidad. Lo que nos lleva a variedades de heroína y eso. Normalmente la heroína se consume fumada (lo que tiene menos peligros, pero es más caro) o inyectada. La "brown sugar", además de agua y calor como la heroína pura, necesita ácido cítrico para disolverse y poderse inyectar. Hay quien sacaba el ácido cítrico simplemente exprimiendo un limón. Lo que tiene el problema de que el limón puede tener hongos microscópicos que al meterse en la vena producen una buena infección (lo más frecuente era candidiasis ocular, que termina en ceguera).


En general, pincharse heroína tiene todo tipo de peligros que ha llevado a tantas muertes. Lo del limón es un buen ejemplo. ¿Más? Claro. Reutilizar chutas y contagiarse de VIH, de hepatitis, de muchos otros tipos de infecciones... No acertar en la vena, lo que produce abscesos. No tomar las medidas higiénicas adecuadas. Hay casos de gente chutándose con agua de un charco. De la cisterna de los WCs era muy común, porque si vives en la calle y tienes que chutarte en un baño público, pues sacas el agua de ahí mismo. Chutarse mal, en dirección incorrecta, con mucha fuerza, y así ir "quemándose las venas". Así que luego tienes que pincharte en otros lugares, como el cuello, muchos más peligrosos por el flujo de sangre que hay. También hay quien no quería dejarse marcas de pinchazos y se pinchaba en lugares poco visibles. El lacrimal, las aletas entre los dedos de los pies y demás. Todo tipo de cosas bastante dolorosas. Hay quien se ha inyectado tierra de un jardín en lugar de heroína, porque eso es lo que le han vendido. Todo esto da buena idea de lo desesperadamente que se puede querer heroína al notar el síndrome de abstinencia.

¿En qué consiste el síndrome de abstinencia, pues? Aparte de un deseo impulsivo de consumir, obviamente, los síntomas vienen a ser similares a una gripe. Lo que no suena tan duro si llevas consumiendo heroína unas semanas o unos pocos meses. Si llevas consumiendo heroína muchos meses pues los síntomas serán los mismos, sí, pero mucho más fuertes. La diarrea, los vómitos, los temblores, el dolor por todo el cuerpo... pueden acabar siendo bastante terribles a esos niveles de intensidad. Hay quien ha dejado la heroína pasando el mono de golpe, y pinta realmente duro. La reducción gradual suele ser mucho más eficaz. Pero las recaídas son comunes en todos los casos, los opiáceos son muy adictivos, insisto.

Son frecuentes desde hace décadas los tratamientos con metadona, una sustancia con efectos similares a la heroína, no siendo un opiáceo (sí un opioide, porque actúa sobre estos receptores). Realmente la metadona sólo tiene una ventaja: que basta con tomarla una vez al día para no sentir el mono, no tres como la heroína. Por lo demás, la tiene los mismos síntomas pero algo más desagradables. Como la dosis se ajusta en función de la heroína consumida y a veces está muy cortada, incluso se pueden recetar dosis de metadona mucho mayores de lo debido. ¿Por qué es tan popular la metadona, entonces? Simple cuestión de terminología. Así los políticos pueden decir "ya no tenemos X adictos a la heroína". No, porque ahora son adictos a la metadona. Tienen el mismo problema, pero queda mejor en los titulares de prensa.

Otro tramiento frecuente es el Suboxone, que es una combinación de buprenorfina y naloxona (la naloxona volverá a salir en este hilo, por cierto, porque es el antagonista más típico). ¿Por qué es tan útil esta combinación? La buprenorfina tiene efectos parecidos a los opiáceos, calmando así el síndrome de abstinencia, mientras que la naloxona, en caso de esnifarla o inyectarla en lugar de ingerirla oralmente, bloquea los receptores opioides. De esta forma, para que la buprenorfina haga efecto (o, al menos, todo su efecto), el Suboxone tiene que tomarse como pastilla, lo que evita que el usuario se sienta tentado a hacerla polvo y esnifarla o chutársela, continuando así con su hábito. El Suboxone es mejor que la metadona en casi todo, aunque algo más caro (que puede haber, también, una minoría de gente que prefiera metadona, pero es una minoría).

En algunos países de Europa ya se hace, y en España ha habido algún intento y seguramente habra más, curar la adicción a la heroína repartiendo heroína gratis a lxs adictxs pero en dosis controladas e ir bajando. Esto funciona. No os escandalicéis si lo veis en la tele algún día. O sea, si el PP o Ciudadanos pueden atacar brutalmente a un ayuntamiento por algo como folletos o testing, que no deberían ser nada polémicos, imaginad cuando empiecen a repartir heroína gratis. Pero es mejor idea de lo que parece, en serio. Da resultados.

Volviendo ahora sobre la heroína cortada que comentaba hace cuatro tweets... ¿es frecuente que esté cortada? Sí, bastante. Con sustancias que aumenten el volumen, o con otros opiáceos menos potentes... o con cualquier cosa. La heroína de la calle suele ser de mala calidad.

Y veamos ahora esos otros opioides. El más suave es la loperamida, que no atraviesa la barrera del sistema nervioso, así que sólo sirve como medicamento para las diarreas (bajo la marca Fortasec, por ejemplo). No coloca por mucho que te empeñes, así que ni siquiera cuenta como droga.

Es más frecuente ver codeína; el 10 % de la codeína ingerida se transforma en morfina, por lo que se puede calcular a ojo que la codeína es morfina pero pesa 10 veces más. Es decir, 10 mg de codeína te harían lo que 1 mg de morfina, más o menos. La codeína para jarabes de la tos muy frecuentemente se vende ya mezclada con ibuprofeno, y así no sirve como droga recreativa. Porque bebiendo la mezcla, antes de llegar a un buen ciego de codeína llegarías a una sobredosis letal de ibuprofeno. La codeína se ve, por ejemplo, en esta escena de los Simpson...



Poniéndonos tiquismiquis, la codeína, como otros opiáceos, produce una somnolencia agradable que invita a relajarse pero no a dormir. Es cuando se pasan los efectos, unas seis horas después, cuando sí da sueño como tal. Ah, y el episodio del Flameado de Moe, con el jarabe para la tos de Krusty, no menciona explícitamente la codeína, pero está claro cuál es el principio activo que puede tener un jarabe para la tos que haga que a todo el mundo le guste tanto el combinado.


También debería hacer una referencia al tramadol, que es un opiáceo también bastante usado. Como la codeína, el tramadol tiene un 10% de la potencia de la morfina. Su funcionamiento es un poco distinto al de otros porque interactúa con otros receptores. Como me señalaba @Drogofilia en Twitter, el tramadol afecta mucho a los receptores de serotonina, haciendo que básicamente inhiba la recaptación: o sea, que es como si mezclaras la medicación para el dolor con antidepresivos, sin necesitarlos.

La desomorfina se hizo conocida hace unos años por el nombre de "krokodil" por cómo pudre la carne al consumirla. Seguro que visteis las fotos así que no las pondré, muy gore todo. Eso, claro, no es efecto de la desomorfina en sí, sino de un proceso de síntesis muy mal hecho (es que es obvio que, al contrario que lo que nos quiere vender la prensa, nadie tomaría una droga que supiera que le va a pudrir la carne, vamos).

La oxicodona es otro opioide que cada vez se oye más. Es muy efectivo por vía oral, absorbiéndose mejor que la morfina, de ahí que tenga cierto éxito vendiéndose en pastillas. Parece que podría aceptar a más receptores cerebrales, pero aún hay mucho que investigar. Hay camellos que cortan la heroína con oxicodona.

Por encima de la heroína está el fentanilo, y por encima, el carfentanilo. El carfentanilo es el opiáceo más potente: 5000 veces más potente que la heroína, 10.000 veces más potente que la morfina. Se usa para anestesiar elefantes y cosas así, claro, si no de qué. Pero hay quien lo ha vendido en la calle, incluso, lo que es muy peligroso. Porque quien lo consume tendrá problemas para calcular y puede morir de sobredosis con mucha facilidad; actualmente, en EEUU esto está pasando con mucha frecuencia. Dicen que el carfentanilo te puede matar si lo tocas por lo que se absorbe a través de la piel, pero probablemente es una leyenda urbana exagerada. Una sola gota ingerida sí podría matar a cualquiera, seguramente, incluso con tolerancia.

Porque la tolerancia a los opiáceos se produce muy fácilmente. Un adicto grave necesita para colocarse una cantidad de morfina o de heroína que podría matar a 10 personas no acostumbradas. Por ese motivo muchas muertes de sobredosis (por no decir la mayoría) se producen tras un período sin consumir, en el que el cuerpo pierde tolerancia. Luego te metes la dosis que te metías antes, pero ya no tienes esa tolerancia... y mueres.

Con todos estos riesgos de adicción, sobredosis y mal uso, es comprensible por qué en algunos barrios fue tan devastadora. Hay tanta música sobre este tema que pongamos esta misma, va.


Los opiáceos son de las pocas drogas que contraen la pupila (cuando la mayoría no la alteran o la dilatan). Si no me equivoco, son las únicas que la contraen junto a los fármacos colinérgicos, pero ahí ya puedo patinar que no soy médico ni farmacéutico. Esto puede ser muy útil para identificar una sobredosis. O, en cualquier caso, haya sobredosis o no, una persona bajo los efectos de un opiáceo tendrá la pupila contraída. Os lo explica el Pirri:


¿Y qué hacer en caso de sobredosis? Tratar de mantener despierta a la persona, postura de seguridad, primeros auxilios mínimos de ser necesario. Ante emergencias, llamar a ambulancia, como siempre. Como en muchos casos, un estimulante, al ser contrario al relajante, podría ser útil. Pero recordemos que hay antagonistas específicos de los receptores opioides, como la naltrexona o la naloxona, que ya hemos visto en este hilo como componente del Suboxone. Lo más probable, por tanto, es que al llamar a una ambulancia, inyecten naloxona. Y ya, para cerrar el post, sólo me queda una pequeña reflexión/queja que siempre he tenido, por manías mías.

Legalizad la heroína para cuidados paliativos, hostia. Ya se les suele dar dosis muy altas de opiáceos (morfina), mejor sería darles heroína. Adicción no van a desarrollar si les queda una semana de vida, y les puedes aliviar mucho el dolor. Suena sensato, ¿no? Fin del hilo.

PD: Me olvidaba, el deterioro físico de la heroína. Esa delgadez, los ojos hundidos, la voz grave... se debe a la cantidad de síndromes de abstinencia que han pasado, y a su intensidad. Es el mono lo que deja esos daños permanentes, lo que puede llevar a error. Así que sólo puedes calcular a ojo cuántos monos ha pasado, no cuánta heroína ha consumido o durante cuánto tiempo. Vamos, dicho de otra forma, que a veces la droga es mala pero dejarla bruscamente puede ser peor. Otro buen ejemplo de esto es Melendi.

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