miércoles, 25 de marzo de 2020

Comercialidad


Pequeño adelanto de un proyecto que anda por ahí pendiente.


En enero de 2007, el diario The Washington Post hizo un experimento en el cual Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo, tocó durante 43 minutos su violín en el metro de New York, de incógnito. De los cientos de personas que pasaron, apenas unas docenas se detuvieron a mirar.

En 2008, nace el proyecto músical y fundación Playing for Change, que junta grabaciones a artistas callejeros en distintas partes del mundo para formar música, cuyos ingresos se destinan a obras de caridad. La primera canción grabada, Stand by me, cuenta ya con 114 millones de reproducciones en Youtube.

Aunque precisamente lo que denuncia esta clase de proyectos es la poca atención que se le presta a los artistas callejeros, dicha denuncia sí recibe una repercusión que multiplica por cifras asombrosas esa atención prestada por la gente. Es decir, se puede centrar la atención del público en artistas callejeros siempre que estén convenientemente empaquetados y decorados para su distribución.

Si esto es una ventaja o una desventaja, imagino que dependerá de cada situación.

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