miércoles, 23 de noviembre de 2016

Reflexiones chorras: La mediocridad del fascismo


No sabía muy bien cómo empezar este artículo, pero, ya que he hablado alguna vez de las diferencias entre el cómic y la película de V de Vendetta, parece un buen tema para empezar.

El personaje del que quiero hablar es Adam Sutler, el líder del partido, el dictador. Si sólo habéis leído el cómic, le conoceréis como Adam Susan. Y ahí empieza el problema: en la película no le podían llamar Adam Susan, porque es un nombre un tanto débil, ¿no? Sutler impone mucho más respeto y pega mucho mejor para un malo poderoso. Es la manía habitual de considerar gilipollas a lxs espectadorxs: mejor darles todo mascado, no vaya a ser que les cueste mucho pensar que alguien puede ser malvado apellidándose Susan.

El nombre es la punta del iceberg, por supuesto. El personaje de Adam Susan no tiene nada que ver con Adam Sutler. Susan es gordo, calvo; su físico impone lo mismo que su nombre. Susan es virgen, y vive enamorado de Destino, el ordenador central que controla Inglaterra, y que es controlado a su vez por V; tema que es tratado magistralmente a lo largo de la obra. Grandes ejemplos son la impresionante canción This vicious cabaret (“While his master in the dark nearby inspects the hands, with brutal eye / That have never brushed a lover's thigh but have squeezed a nation's throat / And he hungers in his secret dreams for the harsh embrace of cruel machines / But his lover is not what she seems and she will not leave a note”) o la escena en la que se masturba frente a Destino, mientras sus guardaespaldas hacen un enorme esfuerzo por permanecer impasibles.

Supongo que si tratas a tu público como gilipollas es normal que no quieras incluir estas escenas. Pero lo grave no es eso; lo grave es que Susan es un fiel retrato del fascismo, mientras que Sutler no lo es.

¿Por qué el fascismo alemán, obsesionado con la superioridad de la raza aria, iba a escoger como líder a un hombre bajo, feo, moreno? ¿Por qué el fascismo español iba a escoger a un hombre de físico tampoco muy halagador, al que le faltaba un testículo, al que sus propios generales se referían como Paca la Culona? ¿Por qué el fascismo italiano eligió a un hombre con una biografía repleta de fracasos, traiciones y cambios de bando? Porque el fascismo siempre ha querido y necesitado líderes mediocres.


La idolatría a la mediocridad es una de las características del fascismo. Y esto es algo que los hermanos Wachowski no supieron entender a la hora de trasladarlo a la pantalla, igual que no entendieron una mierda de Los Invisibles a la hora de plagiarlo en forma de Matrix.

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