Vamos a empezar con un exceso de
sinceridad, estar gorda es malo para la salud. Científicamente demostrado,
digo. Pero también lo es fumar, no hacer deporte, comer mucha carne y muchas
otras cosas y a nadie se le ocurre señalar esto como señalan la obesidad, así
que hay mucha doble moral en este tema.
De todas formas, a partir de ahí,
lo demás importa una mierda, ¿no? Cada uno tiene el cuerpo que le ha tocado,
modificación arriba modificación abajo, y reírse de una chica por estar gorda
es un poco patético. Partimos entonces de que difundir el mensaje de que nadie
debe acomplejarse por su cuerpo es positivo, así dejará de haber gordas
acomplejadas y las gordas serán felices, y si a alguien no le gusta que se
joda.
El problema viene cuando el
ejemplo usado una y otra vez para demostrar que las curvas son bonitas y luchar
contra la anorexia y esas cosas es Marilyn Monroe. Sí, el estereotipo de rubia
tonta, por mucho CI que tuviera. ¿Cómo es posible que Marilyn se haya
convertido en un estandarte del feminismo?
El problema es que la historia de
Marilyn no es exactamente una historia de superación, por dura que fuera su
infancia. No lo puede ser si no sabemos hasta qué punto se convirtió en un
icono por sus propios méritos, y hasta qué punto fue gracias a montar bestiales
tríos con el presidente Kennedy y con su hermano.
De hecho, Kennedy es un nombre
que inevitablemente tiene que salir a la hora de hablar de Marilyn. Falso
mártir glorificado por el mérito de haber parado una bala (o quién sabe
cuántas, dependiendo de la teoría que consideremos) con la cabeza. Falso mártir
a menudo considerado entre la propia izquierda como “el único presidente de
EEUU de los tiempos modernos que fue bueno”, o algo así.
A mí me gustaría recordar que JFK
fue el de la invasión de Bahía de Cochinos y el de la crisis de los misiles de
Cuba –falsa indignación producida por misiles soviéticos apuntando a EEUU desde
Cuba, cuando EEUU tenía misiles en Turquía apuntando a la URSS-. No es de
extrañar su obsesión por Cuba, dado que la revolución acabó con los casinos
regentados por mafiosos en La Habana; casinos que eran visitados por Kennedy
durante su etapa como senador, siendo sorprendido con varias prostitutas.
Kennedy, bajo las órdenes de
British Petrolium y otras tantas, apoyó cierto golpe de estado en Irak que se
saldó con los asesinatos de cientos de personas, incluyendo todo tipo de
inocentes, médicos, profesores, etc. Kennedy apoyaba la pena de muerte. Kennedy
prácticamente empezó la jodida guerra de Vietnam, a menudo reconocida como la
guerra más injusta en la que ha intervenido EEUU, y ya es decir. Marilyn le
comió la polla a Kennedy.
Hay formas y formas de
convertirse en un icono, sí. Tal vez Marilyn debería ser comprendida como una
víctima (podemos suponer que hasta el final de sus días, dada la gran cantidad
de pastillas que tomaba) y no como un ejemplo a seguir.
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