miércoles, 10 de octubre de 2018

Drogas. Datos importantes que la gente no suele saber. 3: Cocaína

Por petición popular, toca hablar de la COCAÍNA. Cuáles son sus usos, qué variedades hay y de dónde salen (basuco, crack...), las formas menos dañinas de consumirla, con qué la cortan, posibilidad de adicción, consecuencias para la salud y qué hacer en emergencias.


Como en los otros capítulos, pasamos muy rápido sobre los datos más conocidos para no aburrir: la cocaína es un estimulante que nace de la planta de la coca, se usa desde hace 5000 años, su apariencia como clorhidrato es polvo blanco.

La cocaína es un estimulante del sistema nervioso central, pero sin embargo, anestésico a nivel local, de forma que deja dormidas las mucosas con las que entra en contacto. Esto veremos que también es importante luego a la hora de cortarla. Por ejemplo, sería normal que para probar la calidad de determinada cocaína alguien aprovechara esta característica y se pusiera un poco en el labio para notar si éste se duerme. Así que al cortarla tendrán que simular ese efecto también.
Este efecto anestésico local también sirvió para que la cocaína fuera muy usada por dentistas, por ejemplo, así como en diversos medicamentos que requerían ese efecto. A día de hoy también hay quien dice que se puede aprovechar para ciertos usos. No vamos a entrar en detalles porque no suena aconsejable, pero tiene algo que ver con untarse el glande con cocaína para notar su efecto estimulante al tiempo que el anestésico hace que aguantes unos cuantos minutos más de lo normal. Pero cambiemos de tema.

20 años después de que Niemann aislase la cocaína, Freud publicaba sus Escritos sobre la cocaína, dándole 10 usos médicos bastante dispares: la recomendaba para tratar el asma, el alcoholismo, la depresión o los problemas gastrointestinales.

Poco a poco se irían refutando esos usos, aunque es cierto que a finales del siglo XIX fue la época dorada de la cocaína. Eran muy frecuente las bebidas con cocaína como el vino Mariani o la Coca-Cola: de hecho, prácticamente todo el mundo a partir de cierto poder adquisitivo bebía vino con cocaína, y la única vez que un Papa ha prestado su imagen para una campaña ha sido para publicitar esta bebida, que “le ayudaba en sus retiros espirituales”.


Sí está demostrado que bajo los efectos de la cocaína se puntúa más en tests de inteligencia, porque es un estimulante y eso aumenta la concentración. De ahí a "consumir cocaína te vuelve inteligente" pues hay un abismo, obviamente. En la sección de nootrópicos del capítulo dedicado a nuevas drogas de diseño también hablo de esto.

La cocaína se puede consumir por cualquier vía. Lo más frecuente es esnifarla, fumarla, inyectarla o inhalar sus vapores, pero también se puede beber o absorber a través de cualquier mucosa, como ya comentábamos con el agradable ejemplo del glande. Desde la perspectiva de la reducción de daños, si alguien quiere consumir cocaína, cosa bastante perjudicial para la salud como luego veremos... bueno, yo procuraría no inyectarla, nunca. En caso de esnifar, usar un rulo limpio, nunca billetes enrollados (se podría contagiar, entre otras cosas menos peligrosas, la hepatitis, por ejemplo). El crack desde luego es muy dañino (luego veremos bien cada variedad). En caso de inhalar los vapores, procurar inhalar y exhalar a través de un tubo para que el humo esté el menor tiempo posible en contacto con los dientes, que los pudre muy rápido (lo de inhalar los vapores por un tubo es normal, "chase the dragon", lo llaman, pero lo de exhalarlo también me lo contó un tío que llevaba varias décadas fumando cocaína y doy fe de que sus dientes aguantaban razonablemente bien).

También hay que considerar que el crack, por su precio, está asociado a entornos de pobreza y, por tanto, a gente mas vulnerable en temas de salud. Vamos, que el crack es dañino, pero no tanto si tienes cierto dinero... o sea, como ejemplo rápido, si tienes dinero para mantener una higiene dental, obviamente no te pudrirá los dientes en cuestión de meses como hará con alguien que viva en la calle. Quizá la forma menos dañina sería esnifar de forma muy limpia o fumar. Fumando se absorbe sólo el 25% de la cocaína, por lo que para colocarte un poco igual te dejas más de 10 euros, pero bueno. La verdad es que ninguna práctica se puede hacer sin riesgos para la salud.

Dejando al margen la antigua práctica de mascar hojas de coca, que hoy en día es más infrecuente, podemos distinguir cuatro variedades de cocaína: el clorhidrato, la base libre, la pasta base o basuco y el crack.

Mezclando hojas de coca maceradas y pulverizadas con ácido sulfúrico y gasolina, queroseno o algún otro solvente saldría la pasta base o basuco. Como la base libre, inhalar sus vapores quemándola sobre papel de aluminio es muy común.

Mezclando las hojas con éter y ácido clorhídrico saldría el clorhidrato, la cocaína como polvo blanco de toda la vida, que es la forma más pura. Bueno, otra cosa es que luego la corten, pero en principio es la más pura.

El clorhidrato mezclado con bicarbonato de sodio o amoníaco produciría base libre, mejor si se le añade éter; y clorhidrato con bicarbonato de sodio y agua produciría crack. El crack es probablemente la variedad más nociva, como decía antes. Se llama crack por el sonido que hace al fumarla en una pipa de cristal. Esta modalidad nació en los 80 por la financiación de la CIA a la contra nicaragüense y el excedente de oferta que propició la DEA. No creáis que han pedido perdón, eh.



En fin, en todo caso, el clorhidrato es la variedad más común. La pureza de la cocaína a día de hoy es muy baja y se suele vender muy cortada. ¿Qué harán para cortar la cocaína? Seguramente echarán un estimulante más barato, como cafeína o anfetaminas. Para simular el efecto anestésico local que comentábamos al principio, echarán lidocaína (sí, el Bucomax que anuncian todo el rato por la tele), procaína o levamisol (éste está de moda). Y simplemente para aumentar el volumen podrían echar también leche en polvo, yeso, talco, paracetamol, etc. Como curiosidad desagradable, no sería la 1ª vez que muere un alérgico a la lactosa, no por la cocaína en sí, sino por su corte. O igual son leyendas urbanas, a saber.

La cocaína tiene la virtud de dejarte con ganas de más. En palabras de quien la consume, "tú notas como que no estás muy colocado, pero en realidad sí lo estás"... y quieres más, porque el pico de los efectos se pasa en cuestión de minutos. Por eso es muy adictiva.

En cambio, la sobredosis es mucho menos probable de lo que normalmente se cree. Esto es por lo habitual de esnifarla o fumarla en dosis pequeñas y sucesivas, por lo que mucho antes de llegar a la dosis letal ya aparece un malestar que anima a interrumpir el consumo.

A largo plazo, la cocaína causa daños serios en el organismo. Por sí sola, podríamos decir que causa daños en el cerebro (incluyendo tendencias depresivas), en músculos, en el hígado, en el sistema cardiovascular y en el endocrino. La forma de consumo suma unos pocos más. Es bien conocida la perforación del tabique nasal por esnifarla. Fumarla dará problemas pulmonares, posible cáncer y daño dental. Ingerirla causará problemas en intestinos. Inyectarla suele llevar a abscesos e infecciones.

El síndrome de abstinencia, físicamente, podríamos decir que dura entre dos y cuatro días, con disforia, fatiga extrema, aturdimiento... pero no se considerará desintoxicación hasta que no desaparezca el deseo compulsivo de consumir, que suelen ser de 1 a 10 semanas.

Para ir acabando, ¿qué pasa en una emergencia? Una sobredosis de estimulantes, en general, suele ser reconocible porque la persona en cuestión tiene las pupilas más o menos dilatadas, el ritmo cardíaco acelerado y mayor temperatura corporal de la habitual. Entonces los consejos son fáciles: ante los primeros síntomas, tratar de tranquilizar a la persona, que se relaje por sí sola. Ante emergencias, pedir una ambulancia y ponerle en posición de seguridad y demás primeros auxilios posibles. Como en casos graves la cocaína produciría la muerte por pura estimulación, lo que hará el personal médico será darle calmantes. Casi siempre, calmantes y estimulantes se contrarrestan mutuamente y uno puede evitar que mueras por sobredosis del otro.

PD: Me apuntan por el pinganillo que, al subir la presión arterial, la cocaína hace que el cuerpo se oxigene mejor y ayuda en zonas elevadas como los Andes, cosa de la que yo no tenía ni idea.

PD2: Video de Albert Rivera cuando Ciudadanos sacó un mejor resultado del esperado en las elecciones de 2015.


Lo pongo porque mucha gente acusa a Rivera de ser consumidor habitual o incluso adicto a la cocaína y joder, no, ni de coña. Precisamente si consumiera con frecuencia no tendría 50 tics, mirada perdida, la mandíbula en Cuenca y pupilas como platos porque estaría acostumbrado.

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