Todo el mundo sabe qué aspecto tiene el tabaco, cómo
se consume, a qué huele, lo adictivo que es y un largo etcétera; y que su
principal activo es la nicotina. Curiosamente, algunas cosas básicas, como sus
efectos, suelen ser más desconocidas. Probablemente es porque algunas campañas
antitabaco se han centrado en decir que no tiene ningún efecto, que sólo
produce relajación pero cuando ya tienes una adicción. Bueno, soy partidario de
la sinceridad y es que tampoco es eso.
La nicotina es una droga estimulante; ayuda a
despejar la mente y aumenta la capacidad de concentración y la actividad, como
sabrá cualquiera que fume justo después de una siesta para despejarse, p.e.
Calmando el mono produce, a la vez, relajación, sí. La nicotina es una droga
estimulante con mucho potencial adictivo, aunque en dosis bajas es inofensiva
para la salud y sin apenas efectos secundarios. Claro, en nuestra sociedad se
consume principalmente fumada, y fumar ya no es inofensivo para la salud, como
es obvio.
Viendo distintas formas de consumo, vemos que fumar
claramente es de las más dañinas; pero lo cierto es que el tabaco en general sí
produce cierto daño por prácticamente cualquier vía. Distinto sería si se
consumiera sólo la nicotina, como decía. La nicotina se puede inyectar,
ingerir, absorber a través de la piel (esto sí se usa hoy en día, con parches y
demás)... si echamos la vista atrás unos años, masticar tabaco o esnifarlo
(rapé) eran costumbres más extendidas que hoy en día. De hecho, el origen de la
expresión "voy a empolvarme la nariz" parece ser ir al baño a esnifar
rapé, cuando, curiosamente, mucha gente cree que originalmente hacía referencia
al maquillaje y el doble sentido malicioso se le ha añadido después. Es más
bien al revés. Masticar tabaco ya es más conocido por las pelis de vaqueros y
tal. Y, puestos a irnos a los orígenes, entre indígenas de América era
frecuente beber caldo de tabaco en algunos rituales, una forma bastante bestia
de consumirlo.
Así que de ahí vienen los primeros informes del
tabaco como alucinógeno. Los conquistadores españoles contemplaban con estupor
cómo aquella gente "incivilizada" se colocaba con tabaco y bailaban
desenfrenados y veían cosas diabólicas. Total, al grano: ¿el tabaco tiene
efectos alucinógenos? Sí, eso parece. El tabaco tiene varias sustancias,
incluso algunas emparentadas con la harmina, pero no parecen alucinógenas por
sí mismas; por lo que, aunque algunos autores han intentado explicar las
alucinaciones en base a esto, predomina la idea de que se deben a la nicotina y
nornicotina en dosis altas (gracias a @juremaorg por la corrección aquí).
El tabaco procesado no tiene suficiente potencia
como para provocar alucinaciones aún en cantidades ingentes, esto sería más
bien consumiendo caldo de tabaco como hacían los indios, así sí sería
alucinógeno.
Para entender mejor estos efectos potentes y la
percepción social sobre ellos, Escohotado recoge en Historia general de las
drogas un testimonio de 1698 que puede ayudar a hacernos una idea:
Llegando a Europa, se da una prohibición explícita
del tabaco que bien podría ser un precedente de las leyes contra drogas, aunque
se centra más específicamente en el hecho de fumar porque soltar humo por la
boca suena muy diabólico. Aquí, por ejemplo, encontramos una advertencia
bastante antigua sobre estas leyes, cosa interesante porque otras drogas, como
las setas alucinógenas, etc, se perseguían pero menos explícitamente; así que
este tipo de documentos sobre persecución de drogas son históricos.
Ni que decir tiene que la prohibición no funcionó
mucho, se terminó revocando con el paso del tiempo y en los siglos XIX y XX el
tabaco era una droga enormemente generalizada, como el alcohol. Prácticamente
todo el mundo fumaba. Las mujeres se incorporaron más tarde a la tendencia; en
principio, como con casi todas las drogas, el tabaco era cosa de hombres y
estaba mal visto que las mujeres fumaran. Esto empezó a cambiar hacia la I
Guerra Mundial. La guerra supuso, paradójicamente, la incorporación de muchas
mujeres al mercado laboral y cierta ruptura de los roles de género. Muchas
mujeres empiezan a fumar entonces, aunque siguen siendo minoría.
Y entonces entra en acción el capitalismo. Es
entonces cuando G.W. Hill, que no sólo era dueño de Lucky Strike sino
presidente de la American Tobacco Company, contrató al publicista Edward Louis
Bernays para convencer masivamente a las mujeres de que empezaran a fumar.
Bernays sería uno de los publicistas más influyentes del siglo XX y, como el
mundo es un pañuelo, también era sobrino de Sigmund Freud. De él heredó ideas
sobre influir en el inconsciente y sobre el cigarrillo como símbolo fálico,
claro. Bernays sugeriría el erotismo del tabaco, y Lucky Strike pagaría a un
buen número de actrices para que fumaran en películas de Hollywood en un
contexto seductor. Pongo tres fotos por poner, podrían ser miles.
Vamos, es que decir que funcionó sería quedarme
bastante corto. De los años 20 a los 40 la lista de pelis con actrices
atractivas fumando y seduciendo es interminable, y esto calaría bastante en la
sociedad. Así, hacia la segunda mitad del siglo XX se alcanza un cénit durante
el cual es normal fumar en los exámenes para calmarse, en los aviones y bueno,
en cualquier sitio así en general. Entonces las campañas antitabaco empiezan a
hacerlo retroceder.
Hay que considerar que, avanzada la Guerra Fría, en
Occidente surge el Estado del bienestar para rivalizar con la URSS en algunos
servicios públicos, y eso incluye la Sanidad. Si el Estado tiene que pagar los
gastos sanitarios de la gente... Bueno, no les hace mucha gracia que haya tanto
cáncer, así que se ponen en serio con la propaganda avisando de las
consecuencias del tabaco (además de cargarlo con impuestos para compensar los
gastos que produce a la Sanidad, claro).
Así que en este siglo XXI nos encontramos con una
reducción notable de personas fumadoras y con leyes limitando el fumar en todo
tipo de espacios públicos, transporte público y últimamente hasta en bares,
restaurantes, etc, algo impensable hace sólo unas décadas. Pronto, el tabaco
también empezará a estar bastante mal visto socialmente.
Pero, ¿cómo de tóxico es? La ISO (International
Organization for Standardization) es responsable de las máquinas que vigilan el
nivel de toxicidad del tabaco a nivel internacional. Es una asociación poco
conocida para su influencia establenciendo estándares de productos comerciales.
Por ejemplo, todos los CD-ROM siguen el estándar ISO y de ahí sale también la
extensión .iso, pero a lo que íbamos. Ponen el cigarrillo en una máquina que
"fuma" y así miden su nivel de toxicidad y establecen un máximo que
las tabacaleras no pueden superar. Pero oh, encontraron una forma bastante
eficaz de burlar este sistema.
La parte del filtro del cigarrillo está llena de
pequeños poros a través de los que se absorbe aire (si queréis comprobarlo, meteos
con cuidado un cigarrillo al revés en la boca y soplad, veréis por cuántos
lados sale el humo). Esto reduce la toxicidad general. Sin embargo, la manera
en la que se agarra el cigarrillo hace que estos pequeños agujeros se tapen,
cosa que no pasa en la máquina de la ISO. Así, cada calada real a un cigarrillo
es más tóxica de lo que permite la ley, pero la máquina no puede demostrarlo.
Ingenioso, ¿eh?
Fumar es un método que desperdicia la mayor parte de
la nicotina, aunque sea el más extendido. De hecho, unos pocos cigarrillos
tienen nicotina suficiente para matar de sobredosis a una persona si se
inyectara en lugar de fumarse. O eso se piensa.
En cuanto a fumar, en teoría, con un paquete de
tabaco fumado del tirón ya bastaría para matar de una sobredosis. Digo en
teoría porque en la práctica es imposible, claro, a medio paquete te
desmayarías y no seguirías fumando, así que te recuperarías.
Vamos ahora al "o eso se piensa", y es que
estudios bastante recientes de un tal Mayer sugieren que toda la literatura
lleva décadas equivocada, y que la cifra establecida habitualmente (50-60 mg de
nicotina provocarían una sobredosis letal) está muy equivocada. Revisando
algunos casos de gente que ha bebido líquido de vapeadores o niñxs que por
error han comido chicles con altas concentraciones de nicotina, Mayer dice que
la dosis letal aguda no rondaría los 50-60 mg de nicotina sino más bien los
500-1000 mg.
Sobre leyendas urbanas y mitos... ¿es verdad que el
tabaco adelgaza y, por tanto, dejar de fumar puede producir cierto efecto
rebote que engorde? Pues sí, es un poco indirecto pero se puede considerar que
el tabaco adelgaza. Hay tres efectos del tabaco que contribuyen a adelgazar:
que es un estimulante y calma las neuronas del hambre, sobre todo. En menor
medida, también que fumar hace perder algo de sentido del olfato y como
consecuencia el olor de la comida despertará menos apetito. Y, finalmente,
fumar también aumenta la temperatura corporal, lo que hace que se queme más
grasa, pero este tercer efecto ya sí que es casi imperceptible y no merece ni
tenerse en cuenta. En cualquier caso, empezar a fumar como dieta no compensa
mucho.
Dicho esto, creo que sería útil cerrar el post con
unos pocos trucos para dejar de fumar. Todavía quedan unos cuantos párrafos,
eh, porque este tema puede dar de sí. Veamos.
Los parches y chicles de nicotina pueden ayudar a la
parte más biológica, y eso es útil. Sin embargo, hay un ritual importante en el
acto de fumar y los efectos son inmediatos, por lo que el acto de fumar se
asocia muy rápido y se produce un condicionamiento muy fuerte. Para romper este
condicionamiento, una forma podría ser tratar de evitar los estímulos. Si no
tienes tabaco, mechero, cenicero o cualquier otra cosa asociada al fumar a mano
durante los primeros días, será más fácil. Mientras vapeadores, cigarrillos
electrónicos y métodos similares son muy parecidos al hecho de fumar, así que
acostumbrarse a sustituir el cigarrillo por un vapeador podría ser útil. Como
aún son muy nuevos, nos falta información sobre su eficacia a largo plazo.
También hay quien sugiere cambiar el
condicionamiento por uno aversivo. Para eso, se podría fumar muy rápido, de tal
forma que se produce una sensación desagradable, como de cierto
"empacho", y le acabas cogiendo asco al acto de fumar.
La reducción gradual también es clave y debería
complementarse con otras técnicas, claro. Llevar la cuenta de cuántos
cigarrillos se consumen y esforzarse por reducirla progresivamente vendría muy
bien... Así como también se pueden fumar cigarrillos más cortos, por poner un
ejemplo, de manera que fumas menos aunque cumplas el ritual de encender el
cigarrillo y tal, y eso alivia un poco.
Creo que mezclar estas técnicas es provechoso, junto
a típicas formas de ánimo como fijarse en el dinero que estás ahorrando al
dejar de fumar, auto-recompensas, etc. A mayor asociación al acto de fumar (por
ejemplo, fumar siempre con el café, o después de la comida) más difícil será
dejar ese cigarrillo en concreto.
También aprovecho para señalar que la hipnosis suena
así como a una estafa del copón. Una de tantas pseudociencias que florecen al
margen de la psicología, como la grafología. O la mayor parte del coaching, ya
que estamos. Es que encontrar trabajo de psicólogo puede ser difícil (que me lo
digan a mí), supongo que eso provoca tentaciones de estafar a la gente con
mierdas de ésas. Pero un poquito de ética, joder, que luego nos dejan en mal
lugar al resto del gremio. Si te concentras en este tweet, caerás en un trance
hipnótico. Concéntrate. Ahora deja de fumar. Tú puedes dejar de fumar. Dejar de
fumar es bueno (ya os he hecho gratis lo mismo por lo que un hipnotizador cobra
80 € la hora, ¿a que no suena creíble?)
Así que fin del post, espero que sirva de ayuda, y
si no sirve de ayuda, por lo menos, que haya sido interesante. Menos es nada,
supongo.
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