Como
ya es costumbre que haga posts explicando drogas, es hora de empezar uno sobre
los POPPERS y otros inhalantes. ¿Qué son los poppers? ¿Cómo actúan? ¿Qué
riesgos tienen para la salud? ¿Por qué esa fama de facilitar la penetración?
Bien,
en este post voy a tratar algunos inhalantes, pero como drogas recreativas los
poppers probablemente acaparan la mayor parte y sobre las otras no habrá mucho
que hablar. O sea, ¿quién se coloca con cloroformo? Nadie, así que mejor
centrar el tema en los poppers.
Lo
primero que tenemos que entender es que el acto de inhalar gases también puede
provocar de por sí cierta falta de oxígeno al cerebro, lo que a su vez también
produce un mareo y unos síntomas que se mezclan con la sustancia con la que
alguien se esté colocando. Por eso, inhalar drogas tiene una larga historia.
Parece ser* que en la antigua Grecia la gente ya se colocaba con volcanes. Es
una forma curiosa de drogarse, pero eso, se asomaban al borde de un volcán y se
colocaban con los gases que emitían.
Hay
incontables sustancias que pueden aturdir al ser inhaladas, muchas de ellas muy
cotidianas (pegamento, gasolina, pintura...), y la mayoría produce muchísimo
daño a nivel respiratorio y cerebral para un colocón mediocre. Así que
centrémonos en las más seguras.
Aquí
es donde entran los poppers, un nombre genérico para una lista de sustancias
compuestas en su mayoría por nitritos de alquilo, amilo y butilo. Parece que
últimamente van ganando popularidad. Los poppers actúan como vasodilatadores y
relajantes de los músculos lisos. Esto hace que se acelere el ritmo cardíaco y
se produce una sensación breve de euforia y calor. También pueden provocar
distorsiones sensoriales e incluso alucinaciones, pero difícilmente durarán más
de 10 segundos. Todavía hay debate científico sobre si los poppers son una
droga que afecta al cerebro de forma más directa o no. Lo más probable es que
no; al contrario que la mayoría de drogas, sus efectos vendrían de dilatar
vasos y músculos, no de actuar sobre las neuronas.
Efectivamente,
como vasodilatadores y relajantes de músculos lisos, hacen que músculos de ano
y vagina se relajen y facilita la penetración. Tienen fama, por este motivo, de
ser una droga popular en la comunidad gay. Aunque sin duda son muy prácticos
para esto, la fama está exagerada, claro, y es de suponer que se consumen por
la euforia que producen más que para facilitar relaciones sexuales. Pero las
leyendas urbanas y el morbo, es lo que tienen. Hace poco descubrí que en el
mundillo del chemsex es frecuente usar la ketamina con el mismo objetivo, y
obviamente mucha gente consume keta sin buscar eso. Así que no encasillemos,
mejor, que es bastante absurdo.
Faltan
estudios por hacer, pero en principio, los poppers podrían provocar daños leves
en las vías respiratorios y en el cerebro. Cuando digo "leves" me
refiero a muchos menos daños que el alcohol, por ejemplo, nada realmente
alarmante. Por supuesto, los poppers son inhalantes y como tales deben ser
usados. En caso de beberse el líquido o aspirarlo en lugar de sólo inhalar sus
vapores, ya sí que pueden provocar daños moderados, así que no lo hagáis.
Los
poppers tal y como los conocemos parece que nacen en la década de los 70 y
tardan bastante en adquirir popularidad, así que se les puede considerar una
droga emergente. En casi todo el mundo los poppers son, si no legales,
semilegales; por eso es frecuente encontrar marcas comerciales, envasado
profesional, comprarlos por internet... cosas que no se hacen con drogas más
ilegales.
Dejemos
ahora los poppers y pasemos al óxido nitroso (N2O), otro gas
alucinógeno, comúnmente conocido como "gas de la risa". Además de
producir cierta risa a veces, sí, es relajante, marea y puede producir
alucinaciones. Y nota, por si acaso: no se debe confundir con el óxido nítrico
(NO) ni con el dióxido de nitrógeno (NO2).
Su
uso relajante e, inevitablemente, como alivio del dolor, hace que haya sido
usado en anestesia. Cada vez se usa menos, pero incluso en la sociedad actual
se puede encontrar de vez en cuando. Por ejemplo, en Canadá, Inglaterra,
Finlandia, Suecia... es muy usado para partos, al ser uno de los anestésicos
más inocuos para el bebé y para la lactancia. En dentistas también se suele ver
alguna que otra vez. Eso sí, normalmente se aplica rebajado al 50% con oxígeno,
en una mezcla llamada Entonox. Al ser rebajado, es más frecuente percibir
algunos de sus efectos anestésicos sin llegar a experimentar risa o
alucinaciones.
Pero
ojo, que su uso en anestesia es posterior a su uso como "gas de la
risa". Ya en los siglos XVIII-XIX se vendía en ferias y circos con este
fin, el de producir risa.
Como
curiosidad, en la novela de Mary Poppins, el tío Albert decide celebrar su
cumpleaños colocándose con gas de la risa. Consume tanto que su cuerpo se llena
de gas y empieza a flotar en el aire, siendo incapaz de bajar. En la película,
la escena es ligeramente cambiada para evitar cualquier mención al óxido
nitroso, y el tío Albert sencillamente tiene la capacidad de flotar en el aire
cuando se ríe, lo que le quita un poco de gracia a la escena, en mi opinión.
Curiosamente,
el óxido nitroso fue muy usado por el psicólogo y filósofo William James, que
afirmaba que gracias a él tenía experiencias místicas que le ayudaban a
comprender temas metafísicos. No parece especialmente útil en este aspecto,
aunque es normal que fuera lo único que tenía a mano James (EEUU, 1842-1910).
Si hubiera vivido en una época con setas y LSD, seguramente habría encontrado
éstas más útiles que el óxido nitroso.
Aclarar
también que, como casi todos los inhalantes, el óxido nitroso es muy volátil y
los efectos en el cuerpo humano también se pasan muy rápido.
El
mismo día que originalmente publiqué esto en Twitter, por cierto, se podía
encontrar esta noticia diciendo todo mal y creando alarmismo innecesario:
Pasemos ahora a éter etílico, dietílico y demás. Una vez más, se evaporan muy rápido, de ahí que, en este caso, la vía tradicional de consumirlos sea empapar un trapo y respirar el trapo profundamente.
Sobre
el éter dietílico, hay una buena explicación de sus efectos en Miedo y asco en
Las Vegas...
Esta
droga protagoniza una anécdota curiosa: la de la única vez que la Iglesia ha
promovido una campaña de drogadicción masiva. Corría el año 1850 y allá por
Irlanda, un tal padre Matthew, sacerdote católico, consiguió poner de acuerdo
por una vez a a católicos y protestantes en promover la sustitución de alcohol
por éter dietílico, que parecía menos peligroso para cuerpo y alma.
La
oleada de intoxicaciones y adicciones pasó de Irlanda a Inglaterra y a toda
Europa. Resulta que al final el éter era más dañino que el alcohol, no menos.
Un pequeño lapsus. Si no hubo una epidemia de éter durante décadas de la que
hoy en día se seguiría hablando fue por pura casualidad: porque justo se puso
de moda la morfina y los adictos al éter se pasaron a la morfina, que pegaba
más hostia todavía y era más cómoda.
En
Brasil, por ejemplo, hay casos de vendedores ambulantes vendiendo éter
dietílico en fiestas. Según ellos, es divertido porque como se evapora rápido
produce sensación de frío en la piel, no es que lo vendan para que nadie se
coloque, claro.
Parecido
al éter dietílico en funcionamiento sería el cloroformo. Aunque sus efectos
anestésicos pueden ser vagamente agradables, en general se describe como una
forma rápida de atontarse y tener un dolor de cabeza. Visto así, el cloroformo
tiene poco potencial como droga de abuso, no produce unos efectos lo bastante
agradables como para ello. Así que es visto más, debido a novelas y pelis
cutres, como una sustancia usada para secuestrar a gente. La realidad es que para
dormir a una persona adulta, ésta tendría que estar respirando el famoso
pañuelo con cloroformo durante 5 minutos o más. Así que no os creáis lo que se
ve en las pelis cutres.
Por
último, en esta categoría, habría que mencionar el cloruro de etilo. Tiene
efectos similares, actuando como un depresor del sistema nervioso central al
inhalarse, pero también por uso tópico tiene cierto efecto anestésico local. Vamos,
viene a comercializarse como spray para algunas lesiones o heridas pequeñas,
etc. Inhalado coloca un poco, como decía, e incluso puede ser letal si se
inhalan concentraciones muy altas.
Este
tipo de sustancias (éter etílico, dietílico, cloroformo...) suelen ser en sí
legales, pero de venta restringida al público general, teniendo que cumplir ciertas
condiciones de seguridad, etc. No creo que sean drogas nada recomendables para
el uso cotidiano.
Y
vamos cerrando el post con un vistazo rápido a inhalantes, sustancias
volátiles, en general. Esto es, lo que decía al principio: sustancias que producen
unos efectos muy mediocres y daños graves en el organismo, por lo que son lo
menos recomendable que hay. Ni que decir tiene que, en gran medida debido a
esto, los inhalantes son la droga más marginal socialmente. Inhalar pegamento
en una bolsa de plástico es el colmo de la marginalidad y lo que peor visto
está.
(La
escala en estos temas es curiosa. Por ejemplo, la heroína es muy marginal; pero
yo he hablado con algunos consumidores de heroína sobre lo de esnifar pegamento
y lo desaprueban con el mismo desprecio con el que algunos abstemios
desaprueban la heroína)
Entonces,
podríamos dividir los inhalantes en solventes, aerosoles y gases. De hecho,
esta clasificación también se podría hacer incluyendo poppers, óxido nitroso,
cloroformo o éter dietílico en ella. También hay quien pone los poppers aparte.
Pero bueno, que clasificaciones de drogas hay muchas y yo he preferido separar
las sustancias más consumidas y con más aplicaciones como drogas de éstas
últimas, así que lo dejaría en solventes, aerosoles y gases. Esto incluye
pinturas, removedores de pinturas, pegamentos, gasolina, líquido para mecheros,
líquido corrector, productos de limpieza, laca... o hasta el dióxido de
nitrógeno del bote de nata montada, cuando deja de salir nata.
Total,
que estas sustancias suelen tener efectos muy parecidos, en gran medida debidos
a la falta de oxígeno: euforia, mareo, atontamiento, descoordinación al hablar
y al moverse... y daños muy parecidos, claro. Éstos son principalmente daños en
todo el sistema respiratorio y a nivel cerebral; pero también pueden provocar
daños graves en riñones o hígado. Total, insisto: te destrozan la salud a
cambio de una experiencia flojita.
Resumen:
poppers y óxido nitroso pueden ser dañinos, como casi cualquier droga. Éter
dietílico, cloroformo... suelen serlo más. Disolventes, aerosoles y demás,
absolutamente nefastos y lo suyo sería que nadie se plantee siquiera usarlos
como droga.
Ni
siquiera sabía si hablar de esto último, por ser tan minoritario y tan
perjudicial, pero bueno, que hay gente esnifando pegamento es una realidad, así
que mejor no darle la espalda y ser conscientes de su gravedad. Con todo,
espero que haya sido de ayuda el post (sobre todo lo de los poppers, que es lo
que me había pedido la gente y yo me he liado a hablar de pegamentos así por
iniciativa propia). ¡Nos seguimos leyendo!
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