domingo, 2 de noviembre de 2014

EEUU y la guerra contra las drogas

Fragmento de El poder del perro, de Don Winslow. Monólogo de un traficante de drogas a gran escala.


Hay que reconocer el mérito de los tipos de Sinaloa. En algún momento se dieron cuenta de que su producto real no eran las drogas sino la frontera de 3000 kilómetros que comparten con Estados Unidos y su capacidad de pasar contrabando a través de ella. La tierra puede quemarse, las cosechas envenenarse, la gente desplazarse pero esa frontera... esa frontera no se va a ninguna parte.

Un producto que podría valer unos centavos a 5 centímetros de la frontera vale miles a 5 centímetros del otro lado y esto es lo que los norteamericanos no consiguen llegar a comprender, que lo único que logran es aumentar el precio y hacernos ricos. Sin ellos cualquier bobo con un camión viejo o una barca agujereada con motor fuera borda podría transportar drogas al norte y entonces el precio no compensaría el esfuerzo pero tal como están las cosas hacen falta millones de dolares para mover las drogas y en consonancia los precios son altísimos.


Los norteamericanos se apoderan de un producto que crece literalmente en los arboles y lo transforman en una mercancía valiosa, sin ellos la cocaína y la marihuana serían como las naranjas y en lugar de ganar miles de millones pasándolas de contrabando yo ganaría unos pocos centavos trabajando como un negro en algún campo de California recogiéndolas, somos socios de la misma empresa, camaradas en la guerra contra las drogas, no podríamos existir el uno sin el otro.

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