Si The Wire es mi serie favorita, creo que el
principal motivo es el realismo extremo. Todos los personajes o bien se
interpretan a sí mismos o bien interpretan a una persona real, y a lo largo de
cinco temporadas el realismo se aplica a todo: tiroteos como deben ser, número
de muertos como deben ser, la policía actúa como en la vida real (ni son héroes
dispuestos a salvar el mundo ni son todos corruptos, sólo son funcionarios que
intentan trabajar lo menos que pueden)… Y me parecía interesante comentar que
el realismo se aplica también a la ética.
A partir de aquí, spoilers por
todos los lados, yo aviso.
En The Wire, todos los personajes
tienen muchos matices morales y es difícil saber quiénes son los buenos y
quiénes los malos, aunque entre los espectadores se han alzado dos héroes bastante por
encima de todos los demás: Jimmy McNulty y Omar Little. En cualquier caso, utilizando
mi propia ética y asumiendo que concuerda hasta cierto punto con la de todo el
mundo, creo que los personajes se pueden dividir en tres categorías.
Están los buenos, los malos
listos y los malos tontos. Claro que también hay buenos listos y tontos (el
entrañable Bubbles), pero al fin y al cabo da igual; los buenos listos ven
venir su final y aún así siguen encabezados en ello, es lo que tiene ser bueno,
que tienes responsabilidades que asumir.
Al igual que en la vida real, y
de forma muy innovadora (porque es muy poco frecuente que los buenos pierdan, y
todavía más que los malos ganen y salgan indemnes), el final de los personajes
se puede deducir por la categoría a la que pertenecen. Habiendo, por supuesto,
varias excepciones, como en la vida real.
-Malos listos: Éstos son los que
ganan, siempre. Son los que nos gobiernan, los que están por encima de nosotros
y nos mean encima porque pueden hacerlo. Marlo, Rawls y sobre todo el hijo de
puta de Clay Davis (sheeeeeeeeeit).
-Buenos: Acaban mal. En esta
vida, siendo honrado no puedes llegar muy lejos, pero bueno, lo bastante como
para que merezca la pena. Bunny Colvin acabó siendo repudiado por sus superiores,
pero al menos consiguió trabajo en el ámbito educativo. Bubbles es otro ejemplo
muy similar, lo pasa muy mal pero consigue salir de la heroína. Tampoco se
puede decir que McNulty y Lester acaben bien, y desde luego peor que policías
ligeramente menos dispuestos a hacer el bien, como Bunk o Kima. D’Angelo u Omar
acaban todavía peor, y si Bodie pertenece a esta categoría, también. Luego está
Prez, que además de bueno es tonto, y está claro que la caga más de una vez.
-Malos tontos: Oh, éstos sí que
acaban mal. Si eres malo, tienes que ser listo; sino, no llegas a ningún lado.
La serie está llena de este tipo de personajes: la gente que trabaja para
Barksdale, los que trabajan para Marlo, algunos trabajadores del puerto… Creo,
de todas formas, que el mejor ejemplo es Stringer Bell: empieza siendo listo
(estamos hablando de un gangsta que toma clases de economía para gestionar su
pequeño imperio de tráfico de drogas), pero después se descubre que no tiene
madera de jefe, y la caga. La caga mucho. Le están puteando a la vez la
policía, Clay Davis, Avon Barksdale, Omar y Mouzone, y sobrevivir a un ataque a
5 bandas no es fácil.
Así que ya sabéis. No seáis malos
listos que son muy cabrones y los odio mucho, pero, sobre todo, no seáis malos
tontos.
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