Cuando conocí el concepto de Lianakea -el supercúmulo de galaxias en el que vivimos- se me ocurrió hacer un relato de ciencia-ficción satírica, y éste es.
-¡Hola a todo el mundo, mis queridos receptores (que es la
palabra más adecuada para cuando esto no se transmite por televisión o radio
sino directamente al chip situado en el lóbulo temporal de todos vosotros)!
Como siempre, CrioJoe está aquí para informaros de la situación política y
económica actual de Laniakea.
>>Para los despistados, CrioJoe transmite para los
criogenizados recién resucitados: sí, todos aquellos a los que os congelaron en
el siglo XX o XXX de la antigua Tierra y ahora no tenéis ni idea de en qué año
estamos viviendo aquí en Laniakea, ¡éste es vuestro canal!
>>Aunque la verdad es que yo tampoco tengo ni idea de
qué año es, con todos los cambios que ha sufrido el calendario desde entonces.
Estamos tal vez unos cuantos millones de años más avanzados, no tengo ni idea.
Por supuesto, como ahora nos movemos por toda Laniakea, nuestro calendario no
se basa en las vueltas que da un primitivo planeta alrededor de una primitiva
estrella. ¡Nuestros meses y estaciones no se parecen en nada a aquellas a las
que estáis acostumbrados! Aunque, curiosamente, el Año Nuevo chino sigue
cayendo en febrero. Supongo que hay cosas que nunca cambian.
>>De todas formas, aún no sabemos si en algunos
rincones de Laniakea volverán a cambiar finalmente el calendario o no. Esta
burocracia es bastante lenta, por el tema de que entre los planetas más
alejados hay una distancia de unos 550 millones de años luz, así que para que
la información llegue de un extremo a otro de nuestra amada nación tienen que
pasar 550 millones de años, y en ese tiempo, las cosas pueden cambiar un poco.
>>De hecho, vosotros, mis queridos receptores,
dependiendo de en qué punto de Laniakea estéis, tal vez estéis recibiendo esta
transmisión con 300 millones de años de retraso, pero, ¡no os desaniméis! Con
la burocracia funcionando a esta velocidad, lo más probable es que no hayan
cambiado mucho las cosas en general.
>>Por si acaso fuisteis congelados en una época en la
que la astronomía estaba menos avanzada, lo mejor será aclararlo: nuestra
nación, Laniakea, es el supercúmulo en el que vivimos: contiene un buen número
de galaxias, entre ellas la Vía Láctea, que es donde está el Sistema Solar y
donde empezó la criogenización, así que probablemente vengáis de ahí. ¡Eso
significa que vosotros también habéis vivido siempre en Laniakea!
>>Aún así, como toda nación, Laniakea también tiene
sus problemas con las fronteras. Por ejemplo, los grupos separatistas, que
empiezan a cobrar importancia en algunas galaxias.
>>Ellos insisten en que sus galaxias siempre han sido
una nación separada, y que encontrarse ahora formando parte de una mucho mayor
con quienes no tienen demasiado en común –o eso dicen- oprime su identidad
nacional. De ahí que quieran independizarse, aunque, geográficamente hablando,
las fronteras de Laniakea tienen más sentido.
>>Otro problema con el que nos encontramos es la
inmigración. A menudo llegan inmigrantes ilegales a Laniakea montados en
asteroides; obviamente, controlar unas fronteras tan inmensas es una tarea
demasiado difícil, por lo que se pueden colar y quitarnos nuestros trabajos.
>>Pero lo curioso del asunto es que a menudo, en una
triquiñuela legal, los inmigrantes aducen que han llegado a Laniakea
involuntariamente, por lo que se libran de cualquier responsabilidad. Según
ellos, Laniakea, al tener en su interior millones de millones de estrellas y
agujeros negros, produce una fuerza de gravedad que a veces atrae sus naves,
asteroides o incluso planetas natales sin que ellos puedan hacer nada por
impedirlo.
>>Cerramos este programa con este debate: ¿son las
estrellas y la fuerza de la gravedad culpables de la inmigración ilegal? ¿Se
puede considerar a la gravedad responsable de un delito? ¿Puede ser multada por
ello? ¿Abriría esto una juridiscción que animara a toda la gente perjudicada
por la gravedad –por ejemplo, al lesionarse tras caer desde un séptimo piso- a
poner denuncias? ¡Volvemos la semana que viene con más CrioJoe!
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