Cuando me da la venada de mezclar política y psicología, acaban saliendo cosas tan raras como este artículo.
“Una llave que abre muchas
cerraduras es algo maravilloso, pero una cerradura que se abre con cualquier
llave es una mierda.” Es una forma de pasar a humor una conocida creencia que
circula por ahí. Un hombre que folla con muchas mujeres es una persona con
éxito social, alguien digno de reconocimiento… el puto amo, vamos. Por el
contrario, una mujer que folla con muchos hombres es una guarra. Una zorra. Una
puta.
Lo primero que nos viene a la
cabeza, si analizamos esto racionalmente, es que no tiene ninguna lógica. Pero
cuestionar la lógica de una creencia tan asentada, a menudo incluso entre las
propias mujeres, requiere un esfuerzo extra. Si algo tan ilógico ha logrado
calar hondo, significa que ha habido fuertes motivos por los que lo ha hecho,
motivos fuera de la lógica común.
Llegados a este punto, las (o
los) feministas que estén leyendo esto, habrán identificado al enemigo: el
patriarcado. Es una teoría con cierto sentido. Dado que el poder lo ostentan
los hombres, y dado que los hombres quieren follar cuanto más mejor –igual que
las mujeres- se puede hacer esta diferenciación. De esta forma, los hombres
follan siempre que quieren pero las mujeres se convierten en sumisas, en
propiedad de un hombre que pueda poseerlas siempre que quiera. Se convierten en
mercancía. Y todxs sabemos que el poder siempre ha tenido tendencia a convertir
personas en mercancía.
Lo que quería preguntarme es si
hay algún otro motivo por el que dicha creencia se siga sosteniendo. Las mujeres
pueden votar, pueden trabajar –aunque a menudo cobren menos dinero que los
hombres, pero ese es otro tema-. En muchos países, la primera ministra o la
presidenta del gobierno es una mujer. Poca gente cuestiona ya la lógica de que
las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres. Sin embargo, una mujer
que folla con muchos hombres sigue siendo una puta.
Para intentar acercarme a la
respuesta voy a ir hacia otra creencia, que por suerte tiene menos de machista
y algo más de realismo. “Si una mujer quiere follar, lo tiene mucho más fácil
que un hombre.” Parece ser que un hombre al azar tiene que esforzarse mucho
para conquistar a una mujer, pero una mujer al azar sólo tendría que dar un
paseo ofreciendo sexo a desconocidos y podría obtener más de un “sí” en un día.
Y más de dos y de tres.
Sin tomarlo como una verdad
absoluta, los estudios de unos cuantos sociólogos parecen mostrar que es
cierto. Un porcentaje mayor de hombres heterosexuales se muestran dispuestos a
aceptar la oferta de una mujer atractiva que mujeres de un hombre atractivo.
Con una amplia diferencia, además.
La psicología evolucionista es la
que tiene la teoría más aceptada. Para entenderla, tenemos que volver atrás
miles de años, en aquellos tiempos en los que nuestra amiga la Teoría de la Evolución no sabía lo
que eran los condones, ni las pastillas anticonceptivas… lo mismo ni la marcha
atrás, eh. Los cerebros de hombres y mujeres eran órganos que no sabían si
había que ser muy exquisitos o follarse a todo lo que se movía, y se dieron
cuenta de una cosa: una mujer, biológicamente hablando y sin tener en cuenta a
gemelos o mellizos, puede tener un hijo cada 9 meses. En cambio, un hombre,
biológicamente hablando y asumiendo una calidad de esperma regular tirando a
buena –que en aquellos tiempos no había leyendas urbanas sobre móviles que
empeoran la calidad del esperma- puede tener un hijo al día. Es decir, por cada
hijo que tiene una mujer, un hombre puede tener unos 270, así a ojo.
La diferencia es abismal, y eso
el cerebro lo tiene que cubrir de algún modo. Así que la evolución nos acaba
llevando a este punto: si un hombre quiere pasar sus genes a la siguiente
generación (lo que hoy en día, gracias a los métodos anticonceptivos, se
traduce en follar) sólo tiene que ir follándose a todo lo que se menea. En
cambio, si una mujer quiere transmitir sus genes, tiene que tener más cuidado:
¡tiene 270 veces menos oportunidades! Por lo que tendrá que ser mucho más
selectiva y escoger mucho mejor a su pareja.
Llegados a este punto, supongo que
se ve lo que quiero decir. La selección natural no contempla el sexo por
placer; y por tanto, contempla que un hombre folle mucho o poco, pero no que
una mujer folle mucho. Una mujer que folla mucho no tiene sitio en la Naturaleza, ¿para qué?
Si total, por mucho que folle sólo va a poder tener un hijo cada 9 meses.
Resumiendo, lo que acabo de decir
es que, además del patriarcado y la sociedad y demás asuntos, biológicamente no
es natural que una mujer folle mucho. Espero que esto no sirva para que la gente
se eche encima de mí con amenazas de muerte.
Si echamos un ojo a diversos
animales, veremos que biológicamente, es natural matar a los hijos de tu vecino
para que los tuyos tengan más posibilidades de sobrevivir, aún si hay alimento
suficiente para todos. Es natural matar por placer (y no sólo en el ser humano,
como se suele decir). Es natural eliminar a alguien que compite por la misma
hembra. Es natural violar sin ningún tipo de piedad, y que luego la hembra
violada pase a hacerse cargo de la cría. Es natural que el fuerte mate al
débil.
Si todos estos comportamientos
naturales han sido reprimidos por la razón, ¿por qué no se podría eliminar
también el comportamiento de despreciar a las mujeres que follan mucho?
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