Hoy la Luna está más cerca de la Tierra de lo habitual. Es
un 14 % más grande y un 30 % más luminosa. Las cifras no reflejan bien la
manera en la que brilla sobre el Puerto Viejo, arrancando destellos blancos a
la mar en calma. Silencio. Tres amigos. Un cigarrillo. En momentos de reflexión
y calma como éstos se hace patente que todo termina, y me pregunto si es
posible sentir placer sin sentir nostalgia. Pero en todo caso, momentos como
éstos quedan grabados. Nadie puede quitártelos.
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