El tema últimamente es Podemos,
está claro. La sorpresa de haber conseguido 5 escaños en las elecciones
europeas ha hecho que todo el mundo reaccione de una manera u otra.
Tengo especial interés en las
críticas mínimamente inteligentes. Por supuesto, cualquiera que piense que
Podemos es una tapadera de ETA, que es un plan malvado para destruir España o
cualquier gilipollez semejante ideada por el PP, puede dejar de leer ahora
mismo este artículo. Probablemente encuentre más interesante el libro del
Rubius o la biografía de Belén Esteban, incluso puede leer a Pío Moa o Hermann Tertsch si quiere dárselas de culto.
Entrando ya en las críticas que
sobrepasan cierto nivel intelectual, las más frecuentes se refieren, o bien al
populismo que ha levantado Pablo Iglesias con argumentos muy poco elaborados
–aunque ciertos-, o bien a la acusación de reformistas. Es decir, no son lo
bastante radicales.
No soy de Podemos, ni me pagan
por defenderles ni nada, ni me parecen la panacea o la solución a todos los
problemas de España. Mi actitud es de apoyo escéptico. Así que intentaré
contestar a las críticas bajo mi perspectiva, pero primero tendré que entrar a
definir lo que creo que es Podemos.
“Explícale a un obrero qué es el
comunismo y estará de acuerdo contigo, siempre y cuando no menciones la palabra
comunismo.” No recuerdo dónde leí esto, pero creo que todo gira en torno a esta
frase.
Podemos, efectivamente, no se
define a sí mismo como izquierda. Leyendo su programa electoral, parece
bastante evidente que sí es de izquierdas. Podemos consiste en venderle ideas
de izquierdas a gente demasiado acomplejada para admitir que son de izquierdas,
y éste es el gran mérito de Pablo Iglesias.
Está claro que la mayoría de la
gente tiene, al menos, una gran cantidad de ideas de izquierdas. Por mencionar
una prueba obvia al azar: el PP ganó las elecciones generales de 2011 con un
programa prácticamente de izquierdas. Sanidad pública, educación pública,
generar empleo, oportunidades para todos, garantía de ayudas sociales, etc. Que
un partido claramente de derechas use tantas ideas de izquierdas en su programa
sólo significa una cosa: que la mayoría de sus votantes no eran de derechas,
como ellos pensaban y como muchos seguramente sigan pensando. Simplemente eran
gilipollas engañados.
Ahora la cuestión es: ¿cómo
tratas con millones de personas que afirman ser de derechas, pero quieren
educación pública, sanidad pública, el fin de la corrupción, ayudas sociales,
más empleos con buenas condiciones, etc? ¿Diciéndoles que eres comunista para
que salgan corriendo a volver a votar al PP? Nah, con populismo y con medias
verdades. Al menos Pablo Iglesias parece creer que es la única forma.
El revolucionario más radical,
claro, preferirá instruir a la gente. Es probable que si alguien se lee las
obras completas de Marx, Engels, Bakunin, Kropotkin y Lenin desarrolle un
espíritu revolucionario impresionante, una gran cultura y una formación que
evitará todo tipo de engaño.
Lo que me interesa saber aquí es
si el revolucionario más radical cree que todas y cada una de las personas que
formaban la masa que exterminó a los zares eran así de cultos. O los
antifascistas de la Guerra Civil
española. O los revolucionarios cubanos.
Dicho de otra forma: tenemos que
valorar cómo de extraña resulta la idea de que en el mundo siempre, al menos a
muy largo plazo, va a haber borregos. Y una vez pensado esto, tenemos que
valorar si es más útil que los borregos voten a la derecha o que voten a la
izquierda.
Y esto es lo que pienso sobre el
populismo de Podemos. Sobre el reformismo, pues sólo me queda plantear una
pregunta, la verdad: mientras la revolución verdadera, así a lo grandioso,
llega, ¿preferís ser gobernados por el PP o por Podemos? Porque yo lo tengo
claro.
Yo no quiero ser gobernado por ninguno de los dos. El hecho de que existan y vayan a existir siempre borregos, no me inclina lo más mínimo a aceptar la obligación de tener que ser gobernado por unos ni por otros.
ResponderEliminarY mi postura no es por una cuestión de radicalidad, ni de pureza revolucionaria. También lo tengo claro: tan sólo ansío la libertad, la máxima libertad posible, así que mis andazas seguirán el camino de tratar de ir construyendo espacios en los que el gobierno no sea capaz de intervenir.
Un saludo.
Te entiendo. Sin embargo, la obligación de ser gobernado por unos o por otros la tienes de toda manera; aunque no votes, seguirás viviendo en un país gobernado por alguien.
ResponderEliminarLo que no quita que también aprecie tu intención de construir espacios en los que el gobierno no sea capaz de intervenir, ojo. Las comunas anarquistas, ecoaldeas y cosas semejantes me interesan mucho.
Curioso, no conocía la mayoría de éstas, gracias por la información.
EliminarLos bitcoins, que son los que mejor conozco, me parece que los van a poder usar las multinacionales para su beneficio tranquilamente, si es que no lo están haciendo ya, por ejemplo Google. Al menos, puede convertirse en una moneda libre de deudas, eso ya es un avance con respecto a los bancos centrales y el FMI.
En todo caso, sí, espero que estas monedas tampoco puedan ser controladas por Podemos, evitaría una tentación.