miércoles, 19 de septiembre de 2018

5 grandes hits de Perdiguero


En un internet en el que las redes sociales están más que controladas y los comentarios en éstas duramente castigados –aunque siempre en la misma dirección-, sorprende la impunidad de algunos;  pero sorprende más cuando tienen una posición de poder en la vida real y la forma en que actúan en las redes es sólo un reflejo de algo mucho más peligroso, de la posibilidad de que actúen así también fuera de ellas.

Entre estos individuos, me llama la atención Alfredo Perdiguero, caso que siempre me ha parecido preocupante por cierta variedad de factores: por ejemplo, el nivel al que pueden llegar sus tweets, mucho más exacerbados y calculados para generar odio que el de otros individuos semejantes, o el hecho de que sea policía y le paguemos por, supuestamente, protegernos.
Donde otros tratan de disimular, Perdiguero no se molesta en ocultar su simpatía por grupos nazis como Democracia Nacional u Hogar Social Madrid, participar en sus jornadas y darles charlas.

Esta actitud ha tenido consecuencias y, por suerte, no hablamos de una impunidad absoluta: Perdiguero fue despedido del sindicato policial en el que ostentaba el cargo de portavoz, la Unión Federal de Policía (UFP), aparentemente teniendo que crear tras esto el suyo propio: el SIPE (otras fuentes apuntan a que ha sido secretario general del SIPE pero no lo ha creado él; no sé, como hay información contradictoria, doy las dos versiones). Ha sido expulsado también de Ciudadanos por sus afirmaciones sobre la violencia de género, demasiado a la derecha incluso de C’s. Ha cargado con un buen puñado de expedientes disciplinarios y varias suspensiones de sueldo, ha recibido acusaciones de cosas bastante graves como revelación de secretos, pero eso no parece frenarle.

Su actitud en Twitter es la de esperar, codeándose con toda tranquilidad y en repetidas ocasiones, por ejemplo, con usuarios que adoptan en el propio nombre el de un grupo terrorista de extrema derecha (conocido, sobre todo, por el asesinato de la estudiante Yolanda González), además de pedir una dictadura o “Zapatero al matadero”, por ejemplo.


Así pues, veamos una recopilación de 5 grandes hits de Perdiguero en Twitter, para entender el alcance de este peligro.

1.      El infarto de Schrödinger


Infarto que se produce a la vez en Valladolid y en Barcelona. Bueno, no, sólo se produjo en Valladolid, pero Perdiguero lo situó en Barcelona y aprovechó para acusar en mayúsculas a lxs independentistas –supongo- de haberlo buscado. Resulta remarcable que Perdiguero pueda usar una tragedia como una muerte por infarto de un compañero suyo para sus intereses políticos; lo del respeto a la familia y eso será cosa de rojos.

2.      ¿Amenazas sutiles?


La periodista Patricia López, que ha hecho unos trabajos de investigación realmente impresionantes sobre las cloacas del Estado, mencionó varias veces a Perdiguero, lo que parece que no le sentó bien. Concretamente, parece que donde encontró un resquicio para atacar fue en la afirmación de que había recibido querellas por estafa al exigir dinero a los afiliados al SIPE para tener derecho a abogados; según él, nunca llevó a cabo esta práctica y no existen dichas querellas. Esto generó una discusión por Twitter entre Patricia López y Perdiguero en la que Perdiguero protagoniza este momentazo al decirle que tenga cuidado si le mandan cajas de chocolate. A día de hoy, nuestro personaje sigue diciendo que no pretendía amenazar, que no hay ninguna referencia velada a un paquete bomba o similares aquí y que sólo pretendía burlarse de Patricia insinuando que es una persona tan ansiosa que se comería la caja de bombones sin abrir. Una forma un poco extraña de formularlo, eso sí.

3.      La revista Tome


Éste es probablemente el más gracioso. Rulaba por internet una portada fake de la revista Time, que probablemente no pretendía ser fake. O sea, es un montaje terriblemente cutre hecho en menos de un minuto con el Paint, no tiene la menor elaboración y probablemente sólo fue hecha para mostrar apoyo a la policía española haciendo un simpático ejercicio de imaginación de cómo sería si la revista Time les dedicara su portada, pero sin pretender que nadie creyera que era una portada real. Sin embargo, alguna gente sí picó y, bueno… tenemos aquí a Perdiguero difundiendo el montaje como si fuera la portada real de Time para, más adelante, cuando le avisan de que es fake, decir que lo sabía desde el principio. Como en el caso de Patricia López, cada cual es libre de creer o no las palabras de Perdiguero; personalmente, el hecho de que difunda la portada acompañada de un “IMPRESIONANTE” en mayúsculas, y la emoción que transmiten sus palabras, me llevan a sospechar que la tomó por una portada real y luego fingió que no para quedar bien. Es sólo una sospecha. De todas formas, Perdiguero no se dedica a investigar asesinatos, creo.

4.      El feminismo mata mucho más que el machismo


En este caso, Perdiguero enlazaba un artículo de una web, digamos, no muy demócrata. Lo primero es preguntarse cómo es posible que el feminismo mate mucho más que el machismo, ¿quiénes son las víctimas del feminismo y por qué no hemos oído hablar de ellas jamás? Pues leí el artículo para encontrar la respuesta, un sacrificio ante el que no puedo ser humilde, porque de verdad que tener que leer semejante cúmulo de despropósitos y que no se me derritiera el cerebro tiene mérito, eh. En realidad, el artículo no trataba sobre lo que se insinuaba en el resumen que hace Perdiguero, sino que básicamente venía a explicar cómo las feministas son lesbianas resentidas. Finalmente, ya en el último párrafo sí se incluía la información que yo buscaba: a lo que se referían con que el feminismo mata más que el machismo es a que el aborto es un asesinato (equivalente o incluso peor a asesinar a una mujer adulta) y a que, naturalmente, todos los abortos son culpa del feminismo, de ahí que el feminismo esté asesinando constantemente.

5.      Brasil, Arabia… es casi lo mismo. Quisquillosos


Una bonita estrategia para sembrar el odio y el racismo podría (remarco el “podría”, es sólo una hipótesis) ser la siguiente: publicas un tweet dando a entender la presencia de un terrorista yihadista en Barcelona y después rectificas y dices que era un brasileño, sabiendo perfectamente que el tweet original se va a difundir muchísimo más que la rectificación y va a engañar a muchas personas. Básicamente porque sabes que tu público objetivo, la inmensa mayoría de tus seguidores en Twitter, son racistas o directamente fascistas que sólo difunden las noticias que convienen a su ideología, aunque sean falsas. En este caso no sé muy bien de dónde ha salido la noticia, aunque él fue de los primeros en difundirla, lo que podría llevar a alguien a sospechar que ha usado sus privilegios como policía para acceder a imágenes de una cámara de seguridad y difundirlas acompañadas de información falsa, lo que sería muy grave; y comento esto porque parece que ya ha recibido denuncias por revelar información confidencial, como señalaba al principio del artículo, previamente a este tweet. No sé si esto se añadirá a la lista o las imágenes de la cámara de seguridad ya eran públicas cuando Perdiguero las difundió; en todo caso, lo de acompañarlas con ese pobre intento de adivinar la nacionalidad del hombre que sale en ellas, con información falsa, vaya, dice bastante de él.

En resumidas cuentas, creo que estos cinco puntos ayudan a trazar un perfil que, en determinadas circunstancias, podría ser cómico. Viendo, por ejemplo, el punto de la revista Time y cómo difundió un fake tan evidente acompañado de un “IMPRESIONANTE”, ciertamente se puede intuir un lado cómico, pero para tenerlo realmente, casi seguro que deberían darse otras condiciones: que Perdiguero no fuera policía y que los nazis con los que se junta no fueran una amenaza real.
Pero no vivimos en esa situación hipotética: vivimos en un mundo en el que Perdiguero sí es policía, es invitado a tertulias, y los nazis con los que se junta son una amenaza real que pueden hacer daño real a la gente. Es entonces cuando la comedia se convierte en tragedia: tenemos a un policía difundiendo información falsa que alimenta al fascismo y le da alas. La brecha social entre la policía y la ciudadanía aumenta a pasos agigantados, y a la gente le resulta cada vez más difícil creer que los policías están para protegernos o incluso que los policías puedan ser buenas personas si quienes hablan en representación de ellos son agentes como Perdiguero. Por el bien de unos y de otros, si la policía no quiere que la percepción que la ciudadanía tiene de ellos empeore, tiene que evitar que este tipo de elementos aparezca en tertulias televisivas, charlas a neonazis o simplemente en redes sociales de internet presentándose a sí mismo como un policía.

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