Este relato fue publicado originalmente en la revista Axxón, muy recomendable, y quería recuperarlo. Me gustó escribir sobre temas que tenía pendientes y técnicas que tenía pendientes, como inventarme palabras nuevas como ejercicio futurista. La revista Axxón asignó al ilustrador Pedro Bel a este relato e hizo esta ilustración muy certera que veis aquí.
Granada, año 2431.
La periodista Inés Tejas desubió del aerotaxi que TVR había
dispuesto para el holoportaje. El vistaje de las afueras de la poli de Granada
resultaba impresionante, a pesar de que hacía unos meses se habían
inundasionado de nuevo los niveles inferiores, cosa que estartaba a pasar con
cada vez más frecuencia a causa de la descongelación del Ártico a pesar de los
magnodiques.
Inés sacó su holograbador; bueno, el holograbador de TVR,
técnicamente. Una revivida como ella difícilmente podía tener dinero para
purchar su propio holograbador, era TeleVisiónRevivir quien le prestaba el
equipo para sus holoportajes.
Se acercó al grupo, que tenía varias holopantallas
desplegadas conectadas a escáneres de neutrinos.
—Hola—dijo—. Soy Inés, la periodista. Hablamos por
holollamada…
—Ah, sí—uno de los excavadores desvió ligeramente la mirada
de la holopantalla—. ¿Venías hoy? Me he despistado.
—Eh, sí, venía…
—Hmm, uno de esos canales para revividos, ¿no? Sin ofender.
—Sí, de TVR. Eso es.
Periodista y excavador se estrecharon la mano.
—Eh, bueno, entonces mejor te explico…