Acercándose el Episodio VIII,
puede ser interesante echar un vistazo a los personajes creados en los cómics
del nuevo cánon de Star Wars; especialmente teniendo en cuenta que Disney
parece interesada en que los cómics empiecen a ser una parte importante de la
historia. Prueba de ello es, por ejemplo, el brazo rojo de C3P0 en el Episodio
VII, que no tiene más interés que servir de gancho para leer los cómics en los
que se explica cómo sucede esto. Ni que decir tiene que este artículo está
lleno de SPOILERS de los cómics, por estar enfocado principalmente a resumir lo
que sucede en éstos.
1- Krrsantan el Negro
Este wookie de pelaje negro fue
un gladiador bastante curioso, considerando que lo fue voluntariamente. Su
estrategia era dejar malheridos a otros wookies en su Kashyyyk natal para que
actuaran como cebo de esclavistas. Así lo hizo hasta que encontró esclavistas
que trabajaran para los hermanos Xonti.
Pasó un tiempo entrenándose,
durante el cual, además, los hermanos Xonti le practicaron ciertas cirugías
–como mínimo, reforzar con metal los huesos de sus manos-. No se ha
especificado si marchó libremente o escapó pero, en cualquier caso, juró
venganza contra los hermanos Xonti ya que, a pesar de haber sido su esclavo
voluntariamente para recibir el entrenamiento y las cirugías, tiene por norma
matar a todo el que le trate mal.
En algún momento se convirtió en
un cazarrecompensas y mercenario. Trabajó frecuentemente para Jabba el Hutt,
que le encargó misiones como averiguar quién había salvado a la granja de los
Skywalker de pagar sus impuestos, lo que le llevó a un combate con el
responsable (el viejo Ben Kenobi, claro). Este combate le dejó una bonita
cicatriz atravesándole el lado izquierdo de la cara.
Años después aún trabajaba para
Jabba cuando Darth Vader acudió al hutt para contratar a sus mejores
mercenarios con el fin de realizar algunas misiones sin el conocimiento del
Emperador. Trabajando para Vader fue cuando conoció a la dra. Aphra –a quien
también veremos en esta lista-, que posteriormente se convertiría en su
contratante.
Viendo la oportunidad de ganar
más dinero, Krrsantan empezó a trabajar a tiempo completo para la dra. Aphra,
en diversos asuntos que le llevarían desde combatir a Chewbacca (ganando por
paliza) hasta luchar de su lado y del de Luke Skywalker, irónicamente, años
después de fracasar en el intento de que pagara sus impuestos a Jabba.
Junto a la dra. Aphra, pudo
encontrar a los hermanos Xonti y esclavizarles.
2- Grakkus el Hutt
Como la mayoría de los Hutt,
Grakkus era un señor del crimen. Tenía, sin embargo, dos cualidades
particulares que le convierten en un personaje interesante.
Una de ellas era el hecho de que,
al contrario que los otros Hutt, Grakkus no rehuye el conflicto físico. No
depende de sus mercenarios y subordinados, sino que tiene cierta afición por
meterse personalmente en los combates. La segunda particularidad es cierta
obsesión con las reliquias Jedi, que le llevaron a reunir una amplia colección
de artefactos de la desaparecida orden.
En los tiempos del Imperio,
Grakkus controlaba una ciudad llamada Hutta Town, en la luna de Nar Shaddaa.
Acostumbraba a llevar, como símbolo de ostentación, un collar formado por
sables-láser aún funcionales. Claro que este collar se quedó pequeño cuando
consiguió añadir a su colección a un auténtico Jedi vivo, Luke Skywalker.
Skywalker, sin embargo, fue
liberado por Leia, Han Solo y Chewbacca, lo que llevó al colapso de Hutta Town.
El lugarteniente de Grakkus, Kreel, le traicionó y le entregó al Imperio, que
no se tomó nada bien que el Hutt hubiera intentado quedarse a Luke para sí
mismo en lugar de entregárselo a Darth Vader.
Grakkus no fue prisionero del
Imperio por mucho tiempo: la Alianza Rebelde asaltó la nave imperial que le
transportaba y lo convirtió en su prisionero, aprovechando sus recursos como
señor del crimen para su beneficio. Solo y Chewbacca fueron los encargados de
llevarle a su nueva prisión sorteando al Imperio, y el encargado de
interrogarle fue el general Draven (ese rebelde bastante más cabrón que sus
compañeros que apareció por primera vez en la película Rogue One, ordenando el
asesinato del padre de Jyn Erso).
En tiempos de la Nueva República,
Grakkus aún continuaba encerrado en la prisión de Megalox, donde, eso sí,
gracias a funcionarios bastante corruptos gozaba de muchos privilegios.
El Hutt manejaba información
valiosa desde prisión, como el paradero de Lor San Tekka, que a su vez conocía
el de Luke Skywalker. Grakkus dio esta información a Poe Dameron a cambio de
que éste ayudara a eliminar a sus competidores dentro de Megalox. Esta
información llevó finalmente a que Rey pudiera encontrar a Luke en la célebre
escena final del Episodio VII.
3- Dra. Aphra
Chelli Aphra nació cuando la
crisis separatista se complicaba y daba lugar a las Guerras Clon. En el caos de
las guerras, su madre murió y Aphra creció odiando a su padre.
Interesada por la arqueología, ya
en tiempos del Imperio entró en la universidad, donde conoció a bastante gente
nueva, entre las que se incluye Sana Starros, que también aparecerá en esta
lista.
Aphra terminó convirtiéndose en
una arqueóloga, bastante peculiar, eso sí, dada su tendencia a estafar, robar y
asesinar para el ejercicio de su profesión (y para su beneficio propio, ya
puestos).
En uno de sus negocios, recuperó
unos droides separatistas para unos piratas. Los piratas tuvieron la desgracia
de convertirse en blanco del Imperio, y Darth Vader en persona los masacró.
Ojeando la información de éstos, Vader supo de la existencia de Aphra y,
sorprendido por su talento al recuperar los droides, la contrató en secreto.
Su primer trabajo fue ayudar a
Vader a reconstruir dos droides con una personalidad bastante psicótica que
pudieran servir de torturadores: 0-0-0 y BT-1. Aphra y los dos droides se
convirtieron en parte de los subordinados secretos de Vader, junto a otros como
el ya mencionado Krrsantan el Negro o el más conocido Bobba Fett. Se encargaron
de algunos trabajos como robar una importante suma de dinero proveniente del
sindicato del crimen Son-tuul Pride o combatir a los rebeldes.
Tuvo suerte en fallar en esto
último al tiempo que Vader descubría que había intentado traicionarle y
quedarse el dinero. Así, fue tomada prisionera por los rebeldes y escapó de la
ira del Sith, al precio de quedar encerrada en la prisión Sunspot.
La prisión, sin embargo, fue
tomada por Eneb Ray, un rebelde considerablemente más radical que Leia, que pensaba
que todos los prisioneros debían ser ejecutados. Para asegurarse de ello, tomó
como prisioneros a Luke y a Han Solo, lo que hace que Leia y Sana Starros se
tengan que unir a la dra. Aphra para derrotarle. Tras esto, Leia permite que
Aphra escape de la prisión, en agradecimiento por haber salvado las vidas de
Luke y Han.
La arqueóloga se une de nuevo a
Krrstan, 0-0-0 y BT-1, esta vez no para trabajar para Vader, sino por cuenta
propia. No tarda en reencontrarse con su padre, que la busca para llevar a cabo
la misión de su vida: encontrar los restos del Ordu Aspectu, una organización
de Jedi escindidos de la Orden que buscaban la inmortalidad.
La trama del Ordu Aspectu y de su
líder, Rur, que efectivamente consigue la inmortalidad viviendo en máquinas, es
una readaptación al cánon de una historia que escribió Alan Moore en los años
80 para la inglesa Star Wars Magazine. Si allí era Luke Skywalker quien recuperaba
la consciencia de Rur, ahora son la dra. Aphra y su padre quienes lo hacen;
desbloqueándola posteriormente Aphra gracias a la ayuda de la reina de
Ktath’atn, una vampiresa que da lugar a una extraña saga en la que Star Wars y
la estética gótica se dan la mano.
La subasta de Rur, sin embargo,
sale bastante mal cuando 0-0-0 y BT-1 la traicionan. Los droides consideran que
no están torturando y asesinando tanto como su naturaleza lo exige, así que es
mejor ir por libre. Para ello, liberan a Rur en forma de un droide equipado con
primitivos sables-láser, se hacen con el control de las torretas para asesinar
a los invitados de Aphra y llaman a Darth Vader. Ante tal caos, a Aphra no le
queda mucho más remedio que liberar la programación de los dos droides, mientras
Darth Vader y Rur luchan entre sí –muy afortunadamente para ella-.
La dra. Aphra es el único
personaje de esta lista que ha conseguido una serie propia en los cómics;
siendo también el único personaje que lo ha conseguido sin salir en ninguna
película o serie, al menos en los cómics Marvel del actual cánon de Disney. Por
tanto, quizá sea el personaje con más importancia de esta lista. Por cierto, sus tatuajes parecen tener una función
y una historia, que aún no se ha explicado.
4- L’ulo L’ampar
Se trata de un duros que sirvió a
la Alianza Rebelde como piloto. Con el rango de teniente, volaba en el
Escuadrón Verde, y adquirió el rango de comandante sustituyendo al difunto
Arvel Crynyd (que hizo una breve aparición en el Episodio VI, pero cuyo nombre
no se menciona en la película, siendo simplemente un extra no acreditado).
Así, L’ulo L’ampar era ya
comandante en los últimos momentos de la Batalla de Endor, siendo testigo de la
caída de Palpatine. Durante los próximos años, L’ampar fue ascendido a capitán
y continuó siendo el líder del Escuadrón Verde; en el que, cabe decirlo,
pilotaba Shara Bey. Siguiendo el consejo de L’ampar, Bey decidió retirarse como
piloto y empezar a llevar una vida pacífica con su marido, Kes Dameron. De este
matrimonio nacería Poe Dameron.
Unos treinta años después, L’ulo
L’ampar seguiría siendo piloto, esta vez de la Resistencia. En un cambio de
papeles, terminó siendo Poe Dameron el que le daba órdenes a él, al comandar el
Escuadrón Negro. Esto no fue casualidad, claro: L’ampar fue amigo durante estas
décadas de la familia Dameron, y Poe le escogió por esto como miembro de su
escuadrón.
Tras cumplir varias misiones con
éxito en el Escuadrón Negro, L’ampar murió sacrificándose para salvar a unos
esclavos de Terex, un agente de la Primera Orden.
En su funeral hablaron la general
Leia Organa y Poe Dameron, quien recordó que, según las creencias Jedi, la
muerte no es el olvido, puesto que quienes mueren luchando por el bien pasan a
formar parte de la Fuerza.
5- Sana Starros
Se presentó en su primera
aparición como Sana Solo, esposa de Han Solo; lo que, técnicamente, era cierto,
pero no resume nada bien su vida.
Sana Starros nació en la luna Nar
Shaddaa, conocida como la luna de los contrabandistas. Siempre estuvo bastante
claro a qué se dedicaría de mayor, y así fue: Sana era contrabandista,
cazarrecompensas y demás profesiones que en la Galaxia suelen ir juntas,
relacionándose con gente como la ya mencionada dra. Aphra.
Otros colegas de profesión con
los que se relacionaba Sana eran Han Solo o Lando Calrissian. En algún momento,
se unió a una alianza entre contrabandistas para robar a un enemigo común.
Para hacerlo, ella y otro
contrabandista (Han Solo, concretamente) se casaron oficialmente, mientras sus
cómplices aprovechaban la distracción de la boda. Sin embargo, Han decidió
desaparecer él solo con todo el dinero, lo que lógicamente Sana no se tomó muy
bien.
Siguiendo el rastro del ladrón,
poco después de la Batalla de Yavin llegó a Tatooine y se enfrentó a un grupo
de rodianos, que a su vez buscaban a Han por haber asesinado a su líder
(Greedo, claro. Han Solo dispara primero).
Sana localizó a Han y se le
ocurrió una muy buena manera de recuperar el dinero: entregar a Leia al Imperio
y cobrar la recompensa por ella. Han Solo la convenció de no hacerlo,
explicándole que él también era parte de la Alianza Rebelde y sugiriendo a Sana
unirse a cambio de un generoso sueldo. Ella aceptó.
En los años que transcurren entre
el Episodio IV y el Episodio V, Sana fue parte fundamental de la rebelión,
acompañando a Luke, Han, Leia y Chewacca en las misiones más peligrosas. Ni que
decir tiene que no hay mención de ella en el Episodio V, lo que nos lleva a
especular que en los cómics se terminará mostrando algún acontecimiento que
explique esto. Y, por supuesto, una de las opciones podría ser la muerte de
Sana, pero, ¿quién sabe? Y otra pregunta más: ¿saldrá en la película de Han
Solo? Hasta donde sabemos, algunas actrices que se han presentado al casting de
esta película se dan cierto parecido físico con Sana, que además es un
personaje de la juventud de Solo.
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