Upside downs

Las tiras Upside Downs, hechas por Gustave Verbeek principios del siglo XX, me parecen un ejemplo buenísimo y prematuro de cómo explotar al máximo el lenguaje del cómic. Leídas las seis viñetas, se da la vuelta a la página y se sigue leyenda boca abajo, de forma que hay seis viñetas más que concluyen la historia. Así, lo que antes era el cielo ahora es el mar, lo que antes eran sombreros ahora son faldas, lo que antes era una tienda de campaña ahora es una mina explotando bajo el agua, y lo que antes era un pájaro gigante ahora es una canoa y un islote con árboles. Son increíblemente ingeniosas.